Dylan, el pequeño aficionado que se volvió famoso al festejar eufórico, hasta desbordar el llanto, el gol con que Puebla empató al Atlas el pasado viernes ya en tiempo de reposición en el estadio Cuauhtémoc, convivió este lunes con jugadores del equipo durante el entrenamiento a puerta cerrada del cuadro de La Franja en las instalaciones del Alpha 3.
Dylan rompió en llanto cuando Guillermo Martínez prendió una espectacular chilena dentro del área y clavó el gol del empate en tiempo de reposición, con lo cual el Puebla lograba rescatar un punto y además de salvar su invicto, mantenerse por una semana más como líder del Torneo Grita México 2022, con once unidades.
Desde ese momento, la imagen, captada por las cámaras de TV Azteca, televisora que transmitió el partido, donde se ve a Dylan festejando y rompiendo en llanto por la emoción, se hizo viral, y el club Puebla emprendió la búsqueda de este pequeño aficionado, que demostró de esa manera su amor y su gran pasión por el cuadro de La Franja.
Todo mundo en redes sociales se concretó a la búsqueda del pequeño aficionado, que un día después se supo que se llama Dylan y estaba en el partido acompañado de su padre, quien le alcanza a decir “gol, papá”.
Por fin Dylan se puso en contacto con el club, que de inmediato brindó el reconocimiento a uno de sus más fieles aficionados.
Primero la televisora dueña del equipo le hizo la entrega de una playera, y fue invitado al entrenamiento de este lunes donde convivió con jugadores y cuerpo técnico.
Dylan se ve platicando emocionado con el anotador del gol espectacular que lo hizo vibrar Guillermo Martínez, mientras en otro momento es abrazo con euforia por el entrenador del equipo, Nicolás Larcamón.
Así, enfundado en la playera de La Franja, platica con varios jugadores de la Franja destacan Diego de Buen, Israel Reyes, Jordi Cortizo y el recién renovado capitán del cuadro Blanquiazul, Javier Salas.
Dentro de la convivencia Dylan también comparte un momento con el “Búfalo” Carlos Poblete, Director de Desarrollo del equipo, y el resto del plantel.
Una experiencia inolvidable para un pequeño, que heredó de su padre esa pasión por el cuadro de La Franja; que el viernes vivió un momento incomparable, y que el lunes vio cumplido su sueño de convivir con sus ídolos, a los que había visualizado solamente desde la zona de las tribunas.
Sí, desde esa zona donde el viernes sufrió, gozó, lloró, festejó, y donde gracias a la oportuna imagen del camarógrafo de TV Azteca, lo convirtió en el aficionado más fiel del cuadro de La Franja.