El año cierra este sábado para el Puebla con el último partido de pretemporada, al menos de los cuatro dados a conocer por el departamento de prensa del club, y el blanquiazul busca despedir el 2022 con una victoria a costa de los Coyotes de Tlaxcala de la Liga de Expansión para dejar atrás un curso donde la “empatitis” lo castigó e hizo presa.
Si bien en plena fase de preparación los éxitos resultan anecdóticos, el proyecto de Eduardo Arce tampoco ha cogido vuelo o despegado tras igualar en cada uno de los tres ensayos hasta ahora sostenidos.
La tendencia del empate no terminó con la partida de Nicolás Larcamón al Bajío; sí se ha prolongado con el hasta hace poco segundo del argentino en el banquillo de La Franja dejando en claro que en los últimos 12 meses al club le costó sangre, sudor y lágrimas ganar.
Pero derrote o no este sábado el Puebla a Coyotes, el 2022 se trata desde ya como el ciclo donde el empate se trató de la constante o la cotidianidad del azul y blanco. Y es que desde que en 2020 el conjunto de la Angelópolis se convirtió en un invitado constante a la Liguilla del futbol mexicano, ningún año vio al blanquiazul dividir tantos honores como en el 2022.
Aunque, cabe destacar, la tendencia de igualar o repartir puntos sí fue en aumento ciclo a ciclo desde el 2020, pues de empatar en apenas cuatro ocasiones en el citado curso; en 2021 Puebla igualó en hasta 13 ocasiones y en 2022 lo hizo en 15, 10 de esas salidas “a mano” se registraron en el Torneo Apertura.
Menos mal la tendencia a la derrota tampoco incrementó e inclusive se mantuvo por debajo del 2020, año donde el equipo calificó de forma directa a la Liguilla en uno de los dos torneos de aquellos 12 meses, pero en los cuales mordió el polvo hasta en 13 oportunidades en los 34 compromisos disputados sólo en la fase regular.
Puebla, en cambio, terminó en 2021 y 2022 con ocho descalabros por ciclo, lo cual lo mantuvo compitiendo para aspirar a La Fiesta Grande en los dos respectivos cursos.
Tal vez por esa razón el alto mando del blanquiazul escogió al rival “más débil” de los cuatro dispuestos para cerrar la presente pretemporada, pues ya con más rodaje pretende ahora coger confianza con un buen resultado ante el sinodal probablemente menos exigente de esta fase pensando ya en el debut de la competencia el próximo nueve de enero contra el campeón Pachuca, a quien por cierto no le ha ganado en los últimos tres compromisos y contra quien apenes en uno de esos tres cotejos le sacó el empate.
Una victoria logró Puebla en sus últimos cinco enfrentamientos del Apertura 2022; 42 por ciento de los partidos del último curso los empató Puebla y 15 igualadas registró La Franja entre los dos torneos del 2022