Capricho o no del destino, pero como hace 10 años Puebla y Veracruz definen el descenso.
Esta vez no se tratará de La Franja a la que te toque fajarse con los Tiburones Rojos; sí, a los Lobos de la BUAP.
Los universitarios, quienes lograron la categoría en mayo pasado contra el mismo rival al cual hace una década el Puebla vencía para catapultarse a la Primera División (Dorados de Sinaloa), deberá de matar o matar el sábado en el Universitario para hacer bueno el eslogan “llegamos para quedarnos”.
Al igual y como hace 10 años, en la línea lateral se hallarán dos técnicos con horas dispares sobre el banquillo: Rafael Puente, entrenador lobezno, afrontará el duelo con el ascenso al máximo circuito como mayor logro; Guillermo Vázquez, táctico escualo, lo preparará con un título de liga y otro de copa bajo el brazo.
Hace 10 años, el turno le correspondió a José Luis Sánchez Solá y Miguel Herrera.
“El Chelís” se jugaba todo su crédito como estratega en el Puebla-Veracruz; “El Piojo” lo hacía de mediana manera, porque el medio de una otra forma lo conocía por sus años como jugador.
Y la historia, se repite hoy.
Rafael Puente parece no cuenta con mañana si no gana el sábado; Vázquez, aun perdiendo dirá en el futuro cuando se le pregunte sobre su trabajo en el Veracruz, que a él no se le podía responsabilizar del todo.
LAS DIFERENCIAS
Si bien el duelo del sábado entre los Lobos de la BUAP y los Tiburones Rojos guarda sus similitudes al crucial Puebla-Veracruz del 11 de abril del 2008; el del sábado también presumirá sus grandes discrepancias.
Hace una década el partido se jugaba en el Luis “Pirata” Fuente, razón por la cual el Puebla debía de afrontar un infierno desde su llegada al puerto.
La afición jarocha agredió al autobús de La Franja nada más al entrar a la ciudad, con el objetivo de intimidarla.
Lo mismo sucedió con el camión donde viajaban los representantes de los medios poblanos.
Hoy el partido se jugará en el Universitario de la BUAP, donde se espera la llegada en paz de los 20 autobuses provenientes de Veracruz para apoyar a los escualos.
La localía, y su ventaja, le corresponderá en teoría a La Manada.
REPITEN HISTORIA
Y como hace 10 años, en la cancha o en plantel, Lobos contará con dos jugadores de aquella afrenta: Jorge Villalpando y Orlando Rincón.
Villalpando defendió la meta del Puebla en el triunfo 0-2 sobre el Veracruz; hoy, si aún no se recupera Lucero Álvarez, fungirá de nuevo como custodio del arco poblano.
Rincón, como sucederá en el presente, ni siquiera formó parte de la convocatoria.
910 personas traerá Veracruz a Puebla para el duelo del sábado.
676 aficionados procederán de Veracruz y 234 lo harán de Orizaba a la Angelópolis.