Aunque muchos pudieran pensar que la única cosa similar entre un automóvil y un monoplaza es que tienen cuatro ruedas, la realidad es que comparten más detalles de los que podemos notar a simple vista; si bien uno está destinado a alcanzar grandes velocidades en una pista, su función va más allá de cruzar la meta para obtener la bandera a cuadros.
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Los monoplazas utilizados en competencias como la Fórmula 4, reciben su nombre por estar diseñados para una sola persona y su funcionamiento requiere de diferentes implementaciones en materia de seguridad y tecnología, mismas que hoy han logrado llegar hasta los vehículos en los que viajamos comúnmente.
Así es, tanto usted como yo hemos estado transportándonos en una versión cotidiana de un auto de carreras, ya sea desde la carrocería, los avances tecnológicos, la seguridad o el funcionamiento hablamos sobre las contribuciones que el deporte motor le ha agregado a nuestro día a día.
Del chasis de la F4 al auto de su casa
Una de las características destacadas del nuevo monoplaza que se correrá en la Fórmula 4, es que el chasis está completamente hecho de fibra de carbono para darle mayor dinamismo y velocidad al ponerse en marcha dentro de la pista.
Sin embargo, este material es utilizado también para aportar un mayor sostén, rigidez y forma a la estructura del vehículo por la resistencia que este elemento brinda; incluso, actualmente la fibra de carbono se ocupa para otros artículos además de los autos, como muebles y herramientas.
Al uso de la fibra de carbono, se suma el Kevlar, que se refiere a una fibra sintética de gran resistencia que tiene como función limitar el desgaste en las superficies más expuestas, representando un avance que podría llegar a utilizarse en los vehículos alargando la vida útil de sus piezas.
El elemento más notorio en los monoplazas es el halo de seguridad con forma de T curveada que posee una resistencia de hasta 12 toneladas que, aunque no se ha implementado directamente, podría usarse en un futuro cercano en el techo de los automóviles, ya que éste tiene la finalidad de impedir que la cabeza del piloto sea golpeada en un choque o volcadura, siendo uno de los requerimientos más rigurosos por parte de la FIA.
Un avance en la seguridad del piloto
La parte externa resulta ser la más vista tanto en el monoplaza como en los automóviles comunes, pero uno de los aspectos más importantes en los que el deporte motor ha influenciado a las compañías automotrices es la seguridad, ya que los accidentes suelen ser comunes dentro de las pistas.
En el caso de la nueva generación de monoplazas que correrán la F4, poseen arneses de seguridad de seis puntos para mantener al piloto en su lugar, detalle que ya aplican las industrias para evitar que los pasajeros de un auto salgan disparados en algún choque.
Ahora los vehículos incluyen rellenos de espuma a los costados que permiten proteger al pasajero de los impactos que pueda sufrir que, sumados a la protección de cabeza y piernas removibles, complementan un espacio seguro para los tripulantes del automóvil.
Aquí también se incluye el manejo de distintas llantas, ya que en la pista los monoplazas suelen utilizar éstas dependiendo del clima y las condiciones en las que corran, lo que ha permitido que en la producción de vehículos de uso cotidiano o todo terreno, se combine la resistencia y el agarre para brindar mayor seguridad a los pasajeros.
Tecnología e innovación
Otro aspecto importante fueron las implementaciones electrónicas que permiten saber todo lo que pasa dentro del automóvil, mismas que brindan la información completa para conocer las fallas que ocurran en las carreras, ya sea por parte del piloto o el auto.
Asimismo el volante que posee cuenta con dos paletas para hacer los cambios de velocidad que facilitan el control del piloto al estar al alcance de sus manos, acompañado de sistemas electrónicos que permiten la comunicación, el cambio al modo de lluvia, activar la defensa, realizar marcas para los ingenieros y, por supuesto, arrancar o frenar el auto.
Si usted ha visto o cuenta con un vehículo que enciende o se controla a través de botones, está viviendo parte de las bondades que las industrias que invierten en el deporte motor han hecho pensando en facilitar la conducción de un carro.
La parte eléctrica de los autos tienen ahora versiones adaptadas de este tablero, como el control de los seguros en las puertas, el botón para abrir la cajuela, el sistema de aire acondicionado que en los monoplazas es fundamental para controlar la temperatura durante las competencias; así como el funcionamiento de los limpiaparabrisas.
Uno de los rubros que es necesario para los pilotos y que se controla a través del volante, es la comunicación con los pits para informar si existe algún problema; lo cual se traslada a los coches que utilizamos con los botones para responder llamadas o realizarlas con comandos de voz.
Para los amantes del automovilismo, uno de los aportes para el presente y futuro de los vehículos es la aplicación de la telemetría, en la cual se estudia la información que diversos sensores recogen.
Las implementaciones electrónicas que permiten saber todo lo que pasa dentro y fuera del automóvil son apoyadas por cámaras que al final brindan datos informativos que, en caso de un accidente, permitan evaluar si las fallas fueron por el vehículo o el piloto.
Este avance del automovilismo ya es utilizado en los vehículos que se manejan a diario, en las cámaras de proximidad que le avisan la distancia adecuada que otro coche debe tener del suyo, aquellas que le ayudan a estacionarse y, en algunos casos, incluso activan los frenos para evitar accidentes; cualidades que anteriormente sólo vivíamos a través de los franeleros o “viene-viene”.
Aspectos como estos están relacionados a los trabajos que realizan estudiantes como los de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP) que participan en el Electratón, donde suelen implementar avances en la mecánica de sus autos eléctricos, abriéndose paso para trabajar en el karting y después saltar para colaborar en los autos de fórmula.
La suma de esfuerzos de investigación, mecánica e innovación se ven reflejados en los seriales de automovilismo que se disfrutan los fines de semana, y ahora que sabe sobre su injerencia en nuestro día a día piense que se trata de gente que está desarrollando la próxima tecnología para los autos y no sólo son un grupo de adultos-niños jugando a los coches de carreras.
El automóvil que se usará en la F4 pesa 580 kilogramos sin contar con el piloto y es 90 kilos menos pesado que el anterior.
Un auto de carreras tipo Fórmula 4 listo para competir cuesta 100 mil euros, lo que equivale a dos millones, 112 mil 920 pesos.
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12 automóviles de está generación estarían corriendo la Fórmula 4
