Los últimos días en Puebla han sido de visibilizar a todo un deporte y el esfuerzo o logros de sus atletas, pero cómo se juega y sobre todo qué es el futbol para ciegos y débiles visuales.
¿En la cancha se enfrentan 11 contra 11?, ¿el partido dura lo mismo con relación a los juegos de la Liga MX, la Champions o los que se ven en el Mundial? Vayamos por partes…
El futbol para ciegos y débiles visuales es una adaptación del juego convencional. Es decir, los partidos se disputan en la modalidad de futbol cinco: cuatro jugadores de campo y un portero.
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Los cuatro futbolistas se tratan todos de jugadores ciegos o con visión parcial. Por lo tanto, y para eliminar cualquier ventaja que pudiera el significar alcanzar a distinguir sombras porque hay quienes perciben aún la luz, los jugadores de campo deben de saltar a la cancha con un antifaz para mantener la igualdad entre los equipos.
¿Y los porteros…? Ellos sí cuentan con la chance de jugar sin antifaz porque junto a los guías y técnicos se encargan de dar instrucciones e información a los compañeros sobre la ubicación del balón o la posición del contrario en el campo.
“Hay un jugador a las tres; a 45 grados de la portería; dispara”, exclaman en más de un momento desde el arco, el área técnica o los guías ubicados detrás de las porterías a los compañeros.
Por lo tanto, el público debe de guardar silencio a lo largo del encuentro. Aunque los goles se gritan igual o más, pues el gol es el clímax del futbol.
¿Cómo es la cancha en partidos para ciegos?
Al tratarse de futbol cinco, los partidos de la especialidad se deben de disputar en un campo menor en longitud con relación a los convencionales.
La cancha entonces presume medidas de 40 metros de largo por 20 de ancho bordeados de vallas traslucidas, las cuales sirven para delimitar el espacio y para mantener a los participantes como al balón dentro del terreno de juego.
En cuanto a las porterías, éstas también presumen menor tamaño si se les compara con las del futbol convencional. Si en el 11 contra 11 las porterías miden 7.32 metros de ancho por 2.44 de alto; en el futbol cinco presumen tres metros de ancho por dos de alto.
Cabe destacar, el futbol para ciegos y débiles visuales por un tema de acústica sólo se práctica en un espacio abierto.
La pelota
Si el sonido presume un papel clave en el juego y la pelota la protagonista junto al gol, la bocha del futbol para ciegos y débiles visuales cuenta con un cascabel en su interior para ayudarles a los jugadores a ubicarla.
El sistema de sonido del balón debe ser interno y no afectar su trayectoria.
Además, se trata de una pelota más pequeña a la tradicional, relativamente pesada y con menor presión.