Con batucada y samba, Río recibe a los Juegos Olímpicos

Redacción

  · viernes 5 de agosto de 2016

Foto: AP

Una batucada dio luz verde a la ceremonia de inauguración delos Juegos Olímpicos de Río en el estadio de Maracaná.

Después de media hora de pre-espectáculo, en los últimoscinco minutos se hizo el silencio en el recinto, a vecesinterrumpido por gritos de “Brasil, Brasil”.

Las pantallas de Maracaná proyectaron un video sobre laintegración del deporte en la vida cotidiana de los brasileños,acompañado por la canción Aquele Abraço compuesta por GilbertoGil.

Una cuenta atrás dio paso a la enorme batucada, logradamediante el golpeo de enormes almohadas.

El protagonismo a los indios brasileños

La ceremonia cedió el protagonismo, en sus primeros minutos, alos indios que ocupaban el país antes de la llegada de losconquistadores y que hoy constituyen una minoría.

Un grupo de 72 indios amazónicos, procedentes de Parintins, enel estado de Pará, tejieron unas redes con unos hilos de granlongitud, antes de la llegada de los navíos portugueses alescenario del estadio Maracaná.

El director de la ceremonia, Fernando Meirelles, declaró que suintención era dar espacio a grupos como indios y negros, que enmuchos casos siguen marginados.

La “Garota de Ipanema” se pasea por elMaracaná

La modelo brasileña Gisele Bündchen hizo posible hoy que la“Garota de Ipanema” se paseara por el legendario estadio deMaracaná durante la ceremonia de apertura.

Las notas de la “Garota” provocaron una sonora ovación enel estadio mientras la modelo brasileña avanzaba por el centro delescenario con un vestido largo dorado y el público se lanzaba acorear el estribillo de la segunda canción más conocida delmundo, compuesta por Antonio Carlos Jobim con letra de Vinicius deMorais.

La actuación de la modelo en la ceremonia estuvo precedida deuna polémica provocada por una escena donde Bündchen era abordadapor un niño de una favela y que finalmente fue eliminada delprograma para evitar malentendidos, según los organizadores.

Bündchen, una de las modelos más cotizadas, aceptó deinmediato la propuesta de la organización de los Juegos, un brochede oro para el final de su carrera.

De la samba al funk: la favela hace bailar alMaracaná

La samba, el pasinho y el funk, los ritmos y bailes nacidos enlas favelas cariocas se apoderaron del Maracaná y convirtieron lainauguración en una fiesta con la fuerza arrolladora de la culturanegra, que hizo bailar a todo el estadio.

Las favelas, las barriadas pobres de Río, donde vive una cuartaparte de la población de la ciudad, fueron la cuna de la sambahace un siglo y ahora de ellas emana el sonido poderoso del funk,una música de ritmo sincopado, con letras rapeadas y quenormalmente tienen un contenido sexual explícito y, a veces,también de exaltación de las bandas de narcotraficantes.

Al igual que le ocurrió a la samba, el funk salió de laclandestinidad, de la marginación social y acabó bajando de loscerros donde se desparraman las favelas para acabar conquistando elgran público y la lista de las canciones más escuchadas en lasradios brasileñas.

Con los primeros golpes de batería de funk, el joven Cristiando Passinho, de 13 años, se hizo dueño del escenario haciendo undespliegue del “passinho”, un baile similar al “breakdance” que es una auténtica fiebre entre los niños yadolescentes de las favelas.

Acompañada por el frenético zapateado de Cristian y de unpuñado de bailarines, la cantante Ludmilla interpretó el Rap daFelicidade, todo un himno de las favelas.

El estribillo de esta canción, una expresión del orgullo depertenencia a las barriadas más humildes -“yo sólo quiero serfeliz, vivir tranquilamente en la favela en que nací”-, fuecoreado por el público brasileño del Maracaná a una solavoz.

A renglón seguido, Elza Soares, una de las grandes damas de lasamba y la Música Popular Brasileña (MPB), entonó el Canto deOssanha, canción lanzada en 1966 por Baden Powel y Vinícius deMoraes y que dio visibilidad a las religiones de origen africano,que fueron perseguidas por las autoridades durante largas etapas dela historia de Brasil.

La “fiesta de la favela” prosiguió con una rápidasucesión de éxitos de pop, samba y funk interpretados en unabatalla entre el rapero Marcelo D2 y el popular cantante de sambaZeca Pagodinho, que intercalaron estrofas de sus temas másconocidos.

Mientras, decenas de bailarines vestidos de blanco pululaban porlos las pilas de cubos multicolores que emulaban la geografía delas favelas.

Después varios grupos de bailarines llenaron el escenariodispuesto sobre el césped del Maracaná para mostrar al mismotiempo diferentes estilos regionales de Brasil, el Maracatú delnoreste o la música los “bate-bolas”, que son los arlequinesdel carnaval de Río.

El apoteosis de la fiesta, que puso a los graderíos en pie, lopuso Jorge Ben Jor entonando País Tropical, canción que canta lasbellezas de las diferentes regiones de Brasil y que es una suertede himno nacional en clave de samba.

El éxito de Ben Jor fue tal que siguió entonando la canción acapela, acompañado por todo el público brasileño, que cerró conuna sonora ovación.

Con Información de EFE

MÉXICO, OVACIONADO EN EL MARACANÁ

La ciclista, Daniela Campuzano portó la bandera de México yguió a la Delegación Mexicana en el estadio Maracaná, donderecibieron una gran ovación por el respetable.

La tradición del desfile comenzó con la salida de Grecia ymiles de atletas iniciaron su camino por el estadio. Algunasnaciones fueron ovacionadas como Cuba, Francia, Gran Bretaña yMéxico.

Cuba recibió la ovación por tener a grandes exponentes endeportes como lucha greco-roma. Mientras que, Estados Unidos, conMichael Phelps, arrancó miles de aplausos.

Por último solamente faltó una gran figura en el desfile y fueel corredor Usain Bolt.