Futbol profesional sin la presencia de aficionados en el estadio, escenarios cerrados, temporadas canceladas, programas deportivos detenidos, actividades amateurs y estudiantiles paralizadas, y la muerte de impulsores y promotores de diferentes disciplinas, es lo que ha dejado en el deporte poblano la pandemia de Covid-19, a un año después que apareció el primer caso en la entidad.
Un cierre que ha provocado un daño total en la economía de equipos como el Puebla, que desde el 6 de marzo del 2020 juega sus partidos a puerta cerrada y sin afición; y empresas de espectáculos como la Arena Puebla que, desde el 9 de marzo de 2020, cuando presentó su última función, continúa sin actividad, afectando la fuente de trabajo de por lo menos una veintena de luchadores locales, y otros tantos de la baraja nacional.
A ello, hay que agregarle la cancelación de la temporada 2020 de la Liga Mexicana de Verano de beisbol, lo que privó a los aficionados de ver en acción a sus queridos Pericos de Puebla, después de 20 campañas ininterrumpidas en el circuito.
Tres escenarios, estadio Cuauhtémoc, parque Hermanos Serdán y Arena Puebla, que representan una fuente de trabajo para cientos de personas, donde destacan quienes comercializan cemitas, pepitas, souvenires y diferentes esquilmos que se venden tanto adentro como afuera de los mismos.
EN SU MEJOR MOMENTO
Un año donde el club Puebla, el equipo de mayor arrastre en la entidad, ha tenido que disfrutar su éxito sin la compañía de su afición en el estadio Cuauhtémoc. En el Clausura 2020 llevaba buen paso cuando se canceló el torneo; en el Guard1anes 2020 se metió a la repesca y más tarde a la liguilla, por primera vez en cinco años y en el actual, firma su mejor torneo después de 10 jornadas, colocado entre los ocho mejores de la tabla general, aunque todo ha sido con estadio vacío.
En ese lapso, en el Guard1anes sufrió complicaciones, porque después de algunas jornadas, a pesar de los cuidados, algunos de sus elementos, por lo menos una veintena entre jugadores y staff, se contagiaron con el Covid-19, entre ellos su portero de ese entonces, Nicolás Vikonis, y su goleador Santiago Ormeño.
En el actual se mantiene con cero casos positivos, lo que sinónimo de la buena campaña del equipo que sueña en liguilla directa.
Tres torneos, donde se siguen sumando pérdidas económicas por la falta de ingreso en la taquilla, y quiera que no, el menor interés de patrocinadores por invertir.
“Sí, jugar sin afición es un golpe terrible, para todos, principalmente para las finanzas del club, pero debemos esperar”, dijo el presidente del club, Manuel Jiménez.
La misma situación la vivió Franjitas, en la Liga femenil MX, que vio cancelado el Clausura 2020, aunque después en el Guardianes y el que se está jugando ha pasado sin pena ni gloria.
Un futbol femenil que, a diferencia del varonil, carece todavía de ese boom generador de grandes ingresos.
“Es complicado, pero el jugador profesional tiene que acostumbrarse a todo. El jugar sin público, debe afectar en lo psicológico, por no haber gente en las tribunas y escucharse todo lo que se grita en la cancha, pero hay que adaptarse a todo”, dice Carlos Poblete, Director Deportivo del Club Puebla.
“Ha sido difícil y lo que más extraña el jugador es la motivación que provoca jugar con aficionados en las tribunas. Esperamos que, por salud de todos, la contingencia vaya pasando y la gente pueda volver a los estadios de manera normal”, añadió el histórico ex goleador del Club.
LA LUCHA LIBRE
“Malo, malo, muy malo ha sido para nuestro gremio, porque no tienen chamba tiene rato”, responde el encargado de la Delegación Puebla del Sindicato Nacional de Luchadores del Consejo Mundial de Lucha Libre, Raúl Santillana, que representa a 25 gladiadores que trabajan en el coso poblano.
“Unos viven completamente de la lucha, otros tienen su trabajo alterno, como taxistas o en algunas fábricas, pero con su actividad como luchador se ayudan para completar sus gastos”, destaca Santillana que durante más de 30 años luchó bajo el nombre de Mr. Ráfaga.
Además del golpe económico que representa no trabajar durante todo un año, tanto para la empresa como para el deportista, al principio de la pandemia, la lucha libre poblana perdió a uno de sus principales elementos, Ares El Guerrero.
“De ahí en adelante nuestro elenco en Puebla se mantiene sano, o al menos nadie me ha dicho nada; a algunos compañeros se le han muerto familiares, y han fallecido algunos compañeros independientes, pero de los nuestros nadie más” abundó Mr. Ráfaga.
TAMBIÉN PERICOS
Para los Pericos representó suspender el entrenamiento, ya con tres semanas de avance, y la cancelación de la temporada 2020 de la Liga Mexicana, que esperaba celebrar con bombos y platillos la campaña número 95 del circuito.
“Fue lo mejor para no exponer a los muchachos”, reconoce Alfonso “Chato” López, quien en diciembre vivió en carne propia, junto con su familia, el Covid-19.
Los Pericos, al igual que los restantes clubes, se ayudan con el patrocinio y el ingreso de aficionados al estadio “por eso fue imposible jugar en 2020”.
“La temporada del 2021 se jugará con o sin afición; esperamos que en mayo ya esté todo controlado”, añade.
La suspensión de la campaña 2020 afectó la fuente de trabajo de por lo menos 60 elementos, entre jugadores del equipo grande, sucursales y cuerpo técnico, que desde entonces no devengan un salario y ha sobrevivido con préstamos del club, y quienes jugaron en invierno, con lo que cobraron en esos dos meses y medio de actividad.
Hoy, en las oficinas comienzan a planear la nueva temporada, que arrancará el 20 de mayo, con la apertura de su campo de entrenamientos, en el parque Hermanos Serdán, a partir del 1 de abril, con la participación de más de 60 jugadores, además de su cuerpo técnico.
EL DEPORTE AMATEUR
El Deporte Amateur y el Estudiantil han sido otros dos de los sectores más castigados, con la cancelación de las actividades en la mayor parte de las disciplinas.
Ligas amateurs -futbol, beisbol, basquetbol- voleibol- cancelaron sus torneos para evitar riesgos, y aunque algunas se reactivaron de manera clandestina, hay quienes son más precavidos y prefieren esperar.
Ligas como la Zaragoza de beisbol infantil, que aglutina a más de 100 equipos de todo el Estado y la Ibérica de futbol, han sido ejemplo, respetando las indicaciones sanitarias.
“No podemos arriesgar a nuestra gente y exponernos a una ola de contagios”, coinciden Arturo Castelán (Zaragoza) y Miguel Crehueras (Ibérica), presidentes de ambas ligas, quienes han aguantado con firmeza la presión de muchos equipos que ya quieren jugar.
“¡No, no y no!”, ha sido su respuesta.
%2020.37.41.png "Captura de pantalla 2021-03-07 a la(s) 20.37.41.png")
El Deporte Estudiantil con la cancelación de actividades de CONADEIP, Universiada, y las ligas de basquetbol y Futbol Americano, también recurrió a los eventos virtuales para mantenerse vigente, tal como lo hizo el Instituto Poblano del Deporte y el Instituto Municipal del Deporte para impulsar la actividad física entre los poblanos.
También se canceló, ya en pleno inicio, la temporada de la Liga Nacional de Futbol Americano, donde militan los Artilleros 5 de mayo.
Tenemos que esperar los tiempos exactos, para volver a los eventos presenciales”, dice la titular del INPODE, Yadira Lira.
Uno de los eventos más importantes del año, el Maratón de Puebla, no se pudo realizar de manera presencial, aunque se recurrió a las plataformas digitales para celebrarlo y adaptarse a los tiempos.
El atletismo ha cancelado más de 50 carreras entre marzo de 2020 y lo que va de 2021, afectando fabricantes de camisetas, medallas, números y todo lo que se mueve alrededor de esta disciplina.
LO LAMENTABLE
El deporte poblano perdió a uno de sus principales impulsores. La muerte del contador Rafael Moreno Valle Sánchez, el 30 de noviembre de 2020, consternó a la población.
El contador fue presidente del Club Puebla cuando logró su ascenso a la Primera División en 1970, y más tarde fue socio durante tres épocas diferentes del club de beisbol Pericos de Puebla, la última de ellas entre 2007 y 2014. La mejor de todas.
También fue presidente de Lobos BUAP en el ascenso, y a últimas fechas era parte de la empresa Don Bull, que organiza las corridas en la plaza de toros El Relicario.
El arte taurino también fue dañado por la pandemia, sin realizarse por lo menos 12 corridas durante el año, agregándole el juicio al que fue sometido por los Regidores poblanos, que buscaban acabar con la fiesta brava en Puebla.
“Sobrevivimos”, dijo “El Lobo” Rugeiro, jefe de cuadrilla de la empresa.
En Atlixco reportó la muerte de tres futbolistas de la vieja guardia: Jorge “Caballo” Collado, Bonifacio “Columbo” Ruiz y Javier “El Puches” Lima, quienes formaron parte de una generación de jugadores destacados en el deporte del municipio. También murió Sandro Mialma, quien jugaba en las ligas locales. Todos actuaban en un mismo equipo de veteranos y eran compañeros, precisamente, del presidente del Puebla Manuel Jiménez, quien goza de cabal salud.
En Puebla, entre los fallecidos del deporte rey están Rosendo Rosas, un pitcher que dio lustre a la pelota poblana en los años 60 y 70, y los doctores Gilberto Hernández y Jorge Garay, también beisbolistas, cuyos decesos se derivan del ejercicio de su profesión, además de Gregorio Rivera “Riverita”, anotador oficial de Piratas, equipo que patrocinaba el urólogo poblano.
“Y es lo que sabemos”, dice el doctor Fermín Rivera Zago, quien atiende la primera línea en el Hospital General de Cholula, y quien se ha cansado de recomendar a sus compañeros beisbolistas -y deportistas en general- que no se expongan a lo tonto.
"El riesgo sigue siendo latente", alerta
- 7 MILLONES de pesos, como mínimo, dejan de ingresar a las arcas del Puebla durante cada partido a puerta cerrada en casa
- 5 Luchadores poblanos han fallecido desde que comenzó la pandemia. Uno del elenco de la Arena y cuatro independientes
- 20 Casos, aproximadamente, registró el Puebla de junio a diciembre de 2020 entre jugadores y su staff; en el actual se mantiene en blanco
- Toda actividad profesional -fuera del futbol-, espectáculos como lucha libre y toros; todo el deporte amateur y estudiantil ha estado paralizado en la Angelópolis, de manera presencial, desde la segunda semana de marzo de 2020
