Lo único diferente en su preparación que hizo Cristhian Adames, pelotero de los Pericos de Puebla, para lograr una de las hazañas más extraordinarias en el beisbol fue comprarse un Starbucks previo al partido frente a los Guerreros de Oaxaca.
Tras aquello el dominicano saltó al campo como el resto de los juegos de la campaña regular, aunque sin saberlo la historia reservaba para él una cita que se volvería en toda una hazaña dentro de su carrera y en el beisbol de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con una de las franquicias más añejas y ricas como las de los Pericos.
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“No hubo nada diferente, igual que todos los días, sólo que ese día Dios me dio esa oportunidad de batear para ese ciclo y gracias a él sucedió”, comentó entre risas y alegría el shortstop de los emplumados.
A días de la hazaña, Adames platicó con El Sol de Puebla resaltando que justo este 29 de julio cumplió un aniversario más de su debut en Grandes Ligas, y aunque celebra haber conseguido el ciclo en el marco de este hecho, su enfoque se centra en abonar a las victorias que acerquen a la Novena Verde al campeonato.
Después de cumplir más de diez años como pelotero y nueve en Grandes Ligas para Cristhian Adames lo importante es jugar para el equipo y, a su llegada a la familia del Hermanos Serdán, su mentalidad está totalmente dirigida a darle alegrías a la gente que apoya a los Pericos y no en los récords o marcas.
“A mí lo personal no me importa mucho, doy gracias a Dios por todo pero lo que yo quiero es ayudar al equipo a ganar, para eso estoy aquí”, señaló el pelotero de 32 años.
Pero eso sí, si bien ni juega para las marcas; sí comienza a dimensionar lo hecho porque aquel día contra Oaxaca ni siquiera notó lo que había conseguido.
El campo corto de Pericos de Puebla remolcó durante el ciclo seis carreras al prender primero un jonrón durante la quinta entrada, un doble durante el séptimo episodio, un sencillo en el octavo inning y cerró su cita con la historia con un triple en la novena. Justo ahí, en su último turno, y estando en la tercera base, fue cuando sus compañeros comenzaron a gritarle, pero él no entendía lo que querían decirle.
“Yo no estaba pensando en eso en ningún momento, cuando llegué a tercera los muchachos me estaban gritando pero no sabía nada”, recordó Adames mientras reía y, entre sus sonrisas de incredulidad, mostraba una emoción al saber que su nombre quedará grabado en la historia de uno de los equipos más históricos en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB).
Aunque durante la conversación con El Sol de Puebla se mantuvo mesurado, Cristhian se dijo agradecido con Dios por mantenerlo con salud, ya que para el pelotero dominicano es algo indispensable para poder seguir jugando y, sobre todo, se dijo inspirado por su familia.
El ciclo dando otra vuelta al Sol
Además de los logros deportivos, Adames celebró este 26 de julio un año más de vida por lo que el ciclo no sólo significó una hazaña para su carrera como atleta, sino que también cumplió el cierre de un año en el que pudo consagrarse como campeón la campaña anterior con Leones de Yucatán y grabar su nombre en letras de oro a su llegada a Puebla.
Ante la cámara, el originario de Santo Domingo, República Dominicana no dejó escapar todas sus emociones, pero al ser cuestionado si esto le brindaba mayores incentivos para su desempeño con la Novena Verde terminó por decir que salir a trabajar y hacer lo que más le gusta y ama, siempre lo mantiene motivado.
Sea como sea Adames está listo para lograr otra corona en el circuito veraniego mexicano, donde Puebla parece le ha caído como anillo al dedo luego de ser intercambiado por los Leones y tras un paso por cuatro clubes en Las Mayores que le han hecho entender que lo más importante es el equipo y después si hay marcas individuales aquello será producto del trabajo diario.
En Las Mayores, Adames jugó con los Marlines de Miami, los Cachorros de Chicago, Rockies de Colorado, Gigantes de San Francisco, donde debutó en el mejor beisbol del mundo
“Yo no estaba pensando en eso en ningún momento, cuando llegué a tercera los muchachos me estaban gritando pero no sabía nada”