Sus hijos, Juan Carlos y Ernesto; además de su ahijado Marcos se encargan de acompañar a Cristóbal Carmona a la ciclovía del Periférico Ecológico dos veces por semana en el afán de estar en forma para la próxima competencia, pues él practica ciclismo adaptado. Sí, Cristóbal es discapacitado.
Un accidente de trabajo hace casi 30 años lo dejó sin piernas. Los médicos debieron de amputárselas para salvarle la vida y aunque la recuperación física-mental no fue sencilla, hoy sueña con representar a México en una competencia de carácter internacional. Todo esto con más de 50 años encima.
El deporte se convirtió entonces en la salvación de Cristóbal, a quien la pandemia le brindó el tiempo necesario para volver a los entrenamientos, los cuales dejó en tiempo muerto por “cuestiones familiares”. Pero todas esas horas de práctica durante el último año rindieron sus dividendos hace un mes cuando retornó a las competencias nacionales en Monterrey por la puerta grande: terminando en el segundo lugar, cuando él se daba por satisfecho con estar dentro de los primeros cinco.
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El resultado en La Sultana del Norte era el mejor regreso después de hacer un paro forzado y luego de decidirse a retomar las riendas de su vida tras el accidente y tras conocer a la atleta paralímpica Ariadne Hernández, ganadora de tres preseas en los Juegos de Sídney 2000 en las pruebas de 800, mil 500, 5 mil metros y quien como él andaba en silla de ruedas.
Ariadne, por cierto, le enseñó sobre sus posibilidades como persona discapacitada a través del baloncesto sobre silla de ruedas, mostrándole a Cristóbal que la vida seguía y sólo era cuestión de tomarla como al toro por los cuernos.
“A partir del accidente fue un cambio total, es empezar otra vida, porque todos los planes que tienes ya no son nada y a partir de entonces todo lo cuestionas, en todo estás negativo, mentalmente quedas muy mal. Sí, te recuperas físicamente; pero no sabes qué hacer y la gente te comienza a sobreproteger, sin querer te hacen un inútil”, comparte Cristóbal a pie de la ciclovía tras terminar la segunda práctica de la semana y luego de recorrer 34 Kilómetros.
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“Al final te das cuenta de que debes de hacer algo y debes de salir de esa vida. Así que a partir de ahí todo cambió para mí, coincidió que en un evento político acá en Puebla conocí a Ariadne Hernández, quien me invitó a jugar baloncesto sobre silla de ruedas y ahí me di cuenta de que había algo o mucho que hacer, sólo era cuestión de decidirse a hacerlo, porque hasta antes de eso… estaba muy pendejo”, agrega.
Pero no fue el básquet y sí el ciclismo adaptado donde se identificó por completo, con ganas de hacer carrera o desarrollarse porque no dependía de nadie; sí de él mismo para triunfar o fracasar. Y el éxito llegó con tres podios, dos antes del parón obligado por “cuestiones familiares” y el citado en La Sultana del Norte este año.
El siguiente paso para lograr la meta de competir a nivel internacional presume una escala en Amozoc, donde el próximo 22 de agosto participará en el serial de ciclismo adaptado dentro del Autódromo Miguel E. Abed.
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Cristóbal se ha apuntado a dicha justa porque le brinda la chance de sumar puntos para ranquearse y así gozar de la oportunidad de competir en el Nacional, el cual se celebrará en octubre en fecha y sede por confirmar, pues la pandemia que en el último año estuvo a su favor para ponerse en forma; ahora le jugaría en contra si las autoridades cancelan el evento por la situación sanitaria.
“Sabemos que en octubre se hace el Nacional, pero también hay riesgo de que no se lleve a cabo. Sin embargo, debo de seguir preparándome, no debo de pensar en lo que todavía no pasa y sí en lo que hoy controlo y eso es entrenar”, explica.
“Así que por ganas no paramos, más tras el segundo lugar que traje de Monterrey, pues la intención es ir a un evento cualquiera internacional y traerse algo”, remata.
Él, mientras tanto, seguirá entrenando en la ciclovía hasta convertir su sueño en realidad, sin importar si otros ciclistas, corredores o paseantes lo contemplan como si viniera de otro planeta y tal vez tengan razón, pues sólo una persona, o ser diferente, es capaz de hacer lo que Cristóbal a sus 50 y en silla de ruedas.
- Cristóbal Carmona busca a través de su perfil de Facebook, Carmona Sobre Ruedas, motivar a todas esas personas que por una u otra razón se han dado por vencidas en la vida. A través de esta página también atiende a posibles patrocinadores
- 12 Mil pesos Cristóbal invirtió en su última competencia, sólo en su bicicleta, sin contar gastos de traslados y hospedaje
- “Todos tenemos problemas, ya sea familiares o laborales, pero todo está en tu mente y en cómo decidas enfrentarlos”