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Jorge Alejandro López | El Sol de Puebla

  · miércoles 29 de julio de 2020

La Federación Mexicana de Futbol no está dispuesta a perder un solo peso más por culpa del Covid-19, no importa la salud y/o la vida de los involucrados, si la pelota no rueda, la caja no hace “clink”.

Si bien el futbol es una fuente de empleo para muchas personas, la realidad es que tanto la percepción, como las cifras oficiales de más de 44 mil personas fallecidas nos muestran que la pandemia está muy lejos de llegar a su fin. Claro que es necesario que vuelva esa entrada de dinero para las familias que dependen de la pelota para tener el sustento, pero las medidas de prevención nos han hecho estar con el semáforo en rojo, en algunas partes del país en naranja, pero no es suficiente para reabrir los estadios.

Pero poco o nada le importó a la Liga MX, quienes aprovecharon esta contingencia sanitaria para terminar con el Torneo Clausura 2020 y no pagar contratos y hacer ajustes abruptos como la desaparición de la Liga de Ascenso y el cambio de sede de Monarcas Morelia, entre otras triquiñuelas.

Tabó, otra vez volvió a ser figura en el triunfo poblano. Foto: Jam Media

Ahora, con el alarmante número de contagios que existen a diario en el mundo, la Liga MX presentó el Torneo Guard1anes 2020, que incumple con las recomendaciones básicas, no sólo de las autoridades mexicanas, sino también de las autoridades sanitarias mundiales: quedarse en casa y evitar contacto. Y es que es bien sabido que el futbol soccer es un deporte de contacto y además de eso, los jugadores profesionales y amateur tenemos esa fina costumbre de escupir en la cancha, gritar... entre otro tipo de costumbres que están alejadas de las recomendaciones y eso no va a cambiar.

Al futbolista profesional, seguramente poco le afectará esta terrible enfermedad ya que son deportistas y su régimen alimenticio, físico y monitoreo de salud son constantes, pero ¿qué hay de sus respectivas familias? Ellos podrían tener una historia diferente.

En el futbol europeo también se han visto casos positivos entre jugadores y cuerpo técnico de diferentes plantillas, pero la mentalidad, en algunos casos, es diferente a la que mostramos en América, concretamente en México.

El olímpico Zaragoza es la primera opción del Zaragoza. Foto: Archivo El Sol de Puebla

Comenzar un torneo de futbol profesional ha sido un tremendo error, pienso yo. En nuestro país, el manejo de esta pandemia no ha sido el adecuado comenzando por nuestra principal figura de autoridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador quien no ha querido utilizar el cubre bocas como medida de prevención, más allá de eso se ha encargado de minimizar la emergencia sanitaria y esa actitud permea en varios sectores y balompié es uno de ellos.

Los casos positivos en jugadores de diferentes equipos será una constante en este torneo, pero para la Liga MX eso no importa, las vacas comenzaban a ponerse flacas y el negocio tenía que reactivarse, porque para ellos la salud va y viene, pero el dinero no. Así de incongruente.

EL ESPEJISMO

Los Camoteros del Puebla comenzaron su andar por el torneo Guard1anes 2020 con un importante triunfo 4-1 ante el Mazatlán, un equipo nuevo que no tuvo el debut que se esperaba en su estadio Kraken, mismo que fue apadrinado por la Banda El Recodo, la semana pasada.

Mariam Castro ya sólo aportará con el 50 por ciento de minutos para la regla de menor. Foto: Alland Jhonnathan | El Sol de Puebla

La goleada es el peor resultado para los Camoteros, la noble afición poblana ha comenzado a echar las campanas al vuelo y la realidad es que el certamen está en el amanecer, para nada el Puebla mostró en la cancha un estilo de juego que inquiete a plantillas de alto nivel, al contrario, se ve que será un torneo con chispazos ante equipos similares, con un nivel medio.

La Franja se enfrentará el próximo viernes al Cruz Azul, un equipo que podría servir de parámetro para los dirigidos por el peruano Juan Reynoso, y ojalá me equivoque, pero estamos en el inicio de lo que podría ser un torneo sin pena ni gloria para los blanquiazules, insisto: ojalá me equivoque.