Si Puebla le hacía la maldad o no a Pumas, o si los Pumas se aferraban al milagro para acabar recalificando, eso no era tema de conversación para los seguidores de Dani Alves en el estadio Cuauhtémoc.
El viernes la figura era el lateral brasileño, pues hubo quien hizo el viaje desde territorio carioca para seguir a su paisano en la Angelópolis. Aunque entre sus compatriotas existía la molestia con el futbolista con más títulos en el planeta por obligarlos a hacer el viaje desde Brasil, cuando hasta hace unos meses se presumía de la chance de seguirlo en casa, en vivo y a todo color.
Pero eso es capaz de provocar un crack entre los “mortales”. Al final, el poder de convocatoria de un jugador de la talla del oriundo de Bahía es como la fe, mueve montañas… para muestra el viaje de los paisanos de Alves a Puebla.
Todo eso mientras los seguidores de uno y otro equipo bromeaban con el resultado del duelo.
“Los eliminamos, nada tienen que hacer los ‘Pumitas’”, decían los poblanos. “Ya ves, por eso le va mal al Puebla”, reviraban los auriazules.
Pero los universitarios, conocedores de la difícil situación de los Pumas, aún así se aferran al milagro de la recalificación en un torneo donde terminan bailando 12 de 18 equipos.
“Estamos firmes, vamos a ganar y a entrar a la repesca”, aseguran los felinos minutos antes del partido, donde una derrota los acabaría de arrojar al precipicio.
Todo esto cuando El Goya retumbaba en la grada del dos veces mundialista e intentaba ser acallado por el sonido local. Sí, Puebla está en inferioridad numérica en la tribuna el viernes por aquello del veto a su porra; aunque con veto o sin veto jugará de visitante hoy viernes con Pumas, al igual y como sucede cuando llegan a la Angelópolis conjuntos como América, Chivas o Cruz Azul, sin importar cómo éstos anden en la tabla… al final, la porra es fiel.