Dicen que dentro de las dificultades se deben encontrar las oportunidades y ese fue el caso de Brian López Barroso, quien representará en octubre a México en el Mundial de Lucha Olímpica, un deporte que lo ayudó a dirigir el exceso de energía y la hiperactividad que cuando era adolescente pudo causarle problemas.
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A decir de la maestra María del Coral Andrade Ramos, orientadora educativa de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la hiperactividad es un trastorno neuroconductual que se manifiesta principalmente en niños y generalmente se relaciona con el trastorno de déficit de atención, es decir que su capacidad para poner atención en las cosas no está bien desarrollada.
“Cuando un niño es hiperactivo, los papás creen que lo que tienen es un exceso de energía, y sí, pero es un exceso porque puede haber un déficit en su desarrollo neuromotor, por ejemplo”, detalló la maestra en entrevista con El Sol de Puebla; aspecto por el cual suelen guiarlos a la practica de algún deporte donde puedan desahogarla.
En el caso de Brian López, el primer contacto deportivo que tuvo fue en equipos de futbol y basquetbol, pero él nunca sintió una pasión por practicarlos; el momento de la verdad llegó años después en la secundaria, cuando se encontraba jugando a las “tiraditas” con sus compañeros y un profesor llegó justo cuando tiró a uno de ellos.
“Era mi primera semana en la secundaria y ya me habían platicado de los reportes, en su momento me asusté porque iba a tener el primero, pero me sorprendió que mi profesor me llamara la atención diciéndome que en lugar de estar desperdiciando mi energía haciendo cosas que no se debía, que mejor la invirtiera en un lugar que serviría de algo y me hizo la invitación al equipo de lucha olímpica”, compartió Brian con esta casa editorial.
Según la experiencia de nuestra especialista, muchos de los niños que practican deportes de contacto como el taekwondo, karate, box o lucha, “generalmente tienen un alto nivel de energía y pueden mostrar conductas de cierta violencia hacia otros: pueden golpear, morder a otros”, siendo otra forma de presentar síntomas de la hiperactividad.
Sin embargo, también detalló que la disciplina y organización que adquieren a través del deporte les ayudan a ir estructurando su pensamiento y conducta sumados a las sustancias que el cerebro segrega que funcionan como calmantes naturales como la dopamina, serotonina y la endorfina, que les permiten autogestionarse conforme pasa el tiempo.
En el caso de Brian, el enamorarse de un deporte que combina tres disciplinas distintas: gimnasia, halterofilia y la lucha olímpica como tal, lo llevó a irse poniendo objetivos para lograr desarrollarse como atleta y conquistar las diferentes competencias en las que participaba.
López Barroso resaltó que se trata de una disciplina demandante en la que no se puede jugar, ya que involucra una preparación desde las puntas de los pies hasta el cuello para tener fuerza y evitar lesiones, y por lo cual ha logrado que su enfoque se dirija a la conquista de metas como el próximo mundial o los Juegos Panamericanos Sub-23 del 2025 que le abrirían las puertas al deporte de alto rendimiento.
La robótica, otro rubro por conquistar
Además de ser un deportista dedicado, Brian López es estudiante en la Facultad de Ciencias de la Electrónica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), carrera que no ha descuidado al mantener un promedio de 8.8 que le permita alcanzar sus objetivos en el ámbito académico.
Aunque existen especulaciones respecto a la inteligencia de las personas con hiperactividad, la maestra María del Coral Andrade, declaró durante la entrevista que no conoce un estudio contundente al respecto, pero sí mencionó que cada persona la va desarrollando de acuerdo a lo que tenemos influencia; es decir que las habilidades cognitivas se desarrollan gracias a factores como la familia.
Con base a eso, Brian López compartió con El Sol de Puebla que su interés en hacer una maestría o posgrado en el área de robótica es lo que lo motivan a ser un buen estudiante-atleta, pues tiene una promesa con su abuelita.
“Mi familia es muy fan de Transformers, hemos visto todas las películas y en un momento yo le dije a mi abuelita que le construiría un robot para que le ayudara y ella me dijo que, si quería y lo creía, lo podía hacer” recordó, por lo que hoy divide sus días entre entrenamientos y estudios con la idea clara de que sus metas deben ir acorde con el esfuerzo que está haciendo.
Con todo el camino recorrido en el deporte y las metas puestas en el ámbito académico, Brian ya no se ve como el niño inquieto que sentía que no encajaba en ningún lugar, sino que ahora es alguien que está dispuesto a concentrar su energía en conquistar sus objetivos.
Competirá en la categoría de 72 kilogramos del Mundial de Lucha Olímpica a realizarse en Tirana, Albania del 20 al 27 de octubre
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10 años lleva Brian López practicando la lucha olímpica
