¿Por qué una mujer deja todo atrás por su equipo de futbol? Porque ellas también también tienen pasiones… si se piensa lo contrario, pregúntenle a Doña Male, la aficionada número uno del Club Puebla de la Liga MX.
Hace cinco años María Elena Judith Lara Martínez se viralizó cuando un video en la web difundió su imagen apoyando a La Franja a kilómetros de casa; sí, imagine a una señora de 80 años aplaudiendo a su equipo junto a varios de los miembros de uno de los grupos de animación del blanquiazul. Cualquiera pensaría -aun hoy- que aquello no era o es lugar para un adulto mayor.
Pero la imagen, además de causar ternura, se tomó de lo más normal en el medio cuando hace 50 años causaba espanto, conmoción porque como decía la propia madre de Doña Male, “el juego” -se creía- “no es para las mujeres y una madre en lugar de ir a eso debe de estar cuidando a sus hijos”.
Y Doña Male, madre de familia con las responsabilidades típicas en una época marcada por roles tradicionales era todo un desafío para las expectativas sociales, a menudo conservadoras durante la década de los 40, 50 y 60 en México.
“A mis hijos nada les faltó: los dejaba lavados, planchados y comidos. Así me iba a ver al Puebla, pues me hacía y me hace feliz verlo porque para mí se trata de mi familia”, asegura Doña Male a El Sol de Puebla por motivo al día de la mujer.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
La hoy aficionada número del Puebla FC ya no enfrenta los convencionalismos de cuando puso en marcha su pasión por La Franja; ahora encara las críticas por “irle” a un equipo con más sinsabores en lugar de triunfos y alegrías para su afición.
“Ahora me dicen que cómo el Puebla; ¡pero cómo no si es mi gusto! ¡Es mi pasión! ¡Es el equipo del lugar donde vivo, de donde soy!”, exclama la hoy denominada abuelita del Frente Blankiazul, grupo de animación que la invita y la lleva consigo al Estadio Cuauhtémoc o a otras plazas de la Liga MX con tal de seguir, como dice una de las arengas de las porras, “al azul y blanco a todas partes”.
“He ido a todos los estadios, los viejitos, los nuevos; he ido a todos. Ahí va uno, mal comido, mal dormido; pero qué le hacemos… hay que ir apoyar al equipo”, comparte.
DE LAS PORRAS A LAS BARRAS EN EL CLUB PUEBLA Y LA LIGA MX
En más de 50 años de ir de arriba abajo con el Puebla FC, Doña Male ha sido testigo de cómo las porras familiares se han transformado en barras y con ello el deporte o el espectáculo perdió en cierta forma el romanticismo de los días cuando puso en marcha su pasión por La Franja.
Ella, con la experiencia que le dan 88 años de vida, tiene claro que la pasión debe de controlarse y ante todo los buenos principios como el comportamiento y el respeto entre seguidores.
“Luego ya ni me pelan, pero los regaño porque están tomando y se olvidan que vamos a apoyar al Puebla. También le digo que se calmen, pues muchas veces estamos en casa ajena y hay que respetar… perdimos, perdimos; si nos dicen de cosas, pues que nos digan… pues ‘en boca cerrada no entran moscas’”, remata esta señora de 88 años que desafió en su momento los convencionalismos; pero que hoy también recuerda la importancia de los valores.
88: Años presume Doña Male siguiendo al azul y blanco a todas partes
EL APUNTE
La fanática número uno del Club Puebla alcanzó a ver a La Franja en el Parque del Mirador, el estadio de madera donde hace 80 años nacía el blanquiazul
“Sólo me gustaría decirles (a jugadores y directivos del Club Puebla) que jueguen bien y sean ambiciosos, que no se queden así, perdiendo”
EL DATO
La pasión por el Puebla FC de Doña Male se puso en marcha por su marido, pero ella continuó con el apoyo a La Franja porque le gustaba alentar al equipo de su ciudad