Dos blanqueadas, dos títulos, una misma fecha

Se cumplieron años de los campeonatos de Ángeles de Puebla (1979) y Pericos de Puebla (2016), conseguidos un 14 de septiembre

J.L. Hermida Uscanga | El Sol de Puebla

  · martes 15 de septiembre de 2020

Foto: Cortesía

La fecha del 15 de septiembre no solo interesa a los poblanos por conmemorarse el aniversario del inicio de la lucha por nuestra independencia, sino también para los aficionados al rey de los deportes, porque esa misma fecha en par de ocasiones vio en la sección deportiva de El Sol de Puebla, una cabeza similar: CAMPEONES.

Era la noticia de ocho columnas del sábado 15 de septiembre de 1979, que se repitió el mismo jueves 15 de septiembre de 2016.

Sí, dos fechas similares, dos títulos, y con la misma receta: aderezada por dos espectaculares blanqueadas en los brazos, en el primer caso del derecho Escárrega, y en el segundo del zurdo estadunidense Travis Blackley, en combinación con su paisano Chad Gaudin.

Foto: Archivo El Sol de Puebla

Sí, era el anuncio del campeonato de los Ángeles de Puebla, que en aquel 1979 superaron en siete dramáticos juegos a los Indios de Ciudad Juárez para levantarse por primera vez en 16 años con el banderín de la Liga Mexicana.

Un pitcheo espectacular de siete hits de Ernesto Escárrega, aquel mediodía de viernes 14 de septiembre, coronó una espectacular campaña de los poblanos, dirigidos por Jorge Fitch.

La historia se repitió el miércoles 14 de septiembre de 2016, cuando en su tercera final en su nueva etapa en Puebla, los Pericos de Puebla, que perdieron la oportunidad de coronarse en casa dos días antes, se metieron al Gasmart de Tijuana y con una labor magistral de dos hits de Blackley durante ocho entradas y cuadrangular solitario de Daric Barton, que rompió el duelo de ceros se encaminó al triunfo de 2-0.

Juan Reynoso vive una vez más momentos de duda como entrenador de La Franja. Foto: Club Puebla

Esa noche, ya a primeras horas del 15 allá en Tijuana, los Pericos se consagraron en seis juegos y le cumplieron a una afición dolida, porque no pudo verlos coronarse en el quinto juego.

LA HISTORIA

Por fin, después de tantos fallidos, los Ángeles de Puebla, bajo el mando de Jorge Fitch se habían quitado el dominio de los Diablos y cumplían el objetivo de llegar a la final del circuito de verano.

Solo los Indios de Ciudad Juárez quedaban en el camino y eso significa el duelo entre dos de los mejores staffs de pitcheo de esa temporada.

Ernesto Escárrega, César Díaz, Pablo Gutiérrez Delfín y Fernando López comandaban un sólido staff de lanzadores de los Ángeles. Del lado de Juárez, dirigidos por José “Zacatillo” Guerrero estaban como principales “caballos” el zurdo Mike Paúl y Rafael García, además de Ed Bane y el novato Porfirio Gutiérrez.

La serie fue dramática, la batalla comenzó en Puebla y se fue empatada a Juárez, donde los Ángeles sacaron uno para obligar al regreso al parque Hermanos Serdán.

No había mañana, pero un día de lluvia alargó el descanso de César Díaz, que el jueves 12 de septiembre se combinó con Pablo Gutiérrez Delfín para superar 6-2 a los Indios y a Rafael García alargando la batalla al séptimo juego.

A las 13:30 horas de ese viernes 14 de septiembre, arrancó la batalla y Ernesto Escárrega lanzó una joya de pitcheo de tres hits que cerró con el ponche sobre el emergente Manny Parra para consumar su magistral obra, superar al zurdo Mike Paúl que ya había ganado dos partidos, y dar a Puebla el título después de 16 años.

“Fue fantástico, porque al fin lo logramos. Teníamos un equipazo”, recuerda Héctor “Super Ratón Zamudio”, jardinero derecho de los Ángeles en ese entonces.

SE REPITE LA HISTORIA

La misma fecha se repitió en 2016, cuando los Pericos de Puebla después de tres intentos frustrados se coronaron campeones venciendo en seis juegos a los Toros de Tijuana, con un pitcheo magistral, combinado, de tres hits el zurdo Travis Blackley y el derecho Chad Gaudin.

La preparación cerró a tope en el campamento blanquiazul para medirse hoy a Pumas. Foto: Club Puebla

Los Pericos que habían fallado en las finales de 2010 y 2º014 ante Saltillo y Diablos, llegaron a su tercera final al hilo con el deseo de acabar con el maleficio y poner fin a tres décadas de Puebla sin ganar el campeonato.

Los Pericos, dirigidos desde la mitad de campaña por Cory Snyder, sacaron un juego de la batalla que comenzó en Tijuana, y en el Hermanos Serdán ganaron los dos primeros para preparar el día de la fecha.

Ese lunes 12 de septiembre el escenario estaba listo para la coronación, y los Pericos con ventaja de 2-1 en la pizarra se colocaron a tres outs de la gloria, pero los Gaudin falló y los Toros explotaron con ocho carreras en la novena entrada para prolongar la batalla.

Los Pericos no se rindieron al castigo y fueron a Tijuana y en ese sexto juego, Blackley lanzó una joya de dos hits durante ocho entradas para superar en el duelo a Barry Enright.

El duelo se 0-0 hasta la sexta cuando cuadrangular solitario de Daric Barton rompió el duelo de ceros y en la novena un sencillo de Nyger Morgan, le dio un respiro al cerrador Chad Gaudin quien, aunque permitió un sencillo con un out de Olmo Rosario, cerró como los grandes ponchando a Dustin Martín y Juan Apodaca para sacarse la espina.

El quinto título de Puebla había llegado con otra coincidencia más al de 37 años antes. También terminó con ponche.

La ilustración del Puebla para el GUARD1ANES 2020. Foto: Club Puebla

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