Drama en el Cuauhtémoc: Puebla vence a Chivas en muerte súbita

El central brasileño marca de último minuto para definir en penales, donde Silva se viste de santo

Alland Jhonnathan | El Sol de Puebla

  · sábado 20 de noviembre de 2021

Maia y Silva mandan a la Liguilla a Puebla. Foto: Erik Guzmán | El Sol de Puebla

Un golazo del “Cone” Brizuela en el primer tiempo y un testarazo de Alejandro Mayorga en el complemento le daban a las Chivas el pase a la Liguilla del futbol mexicano el sábado, pero un gol de último minuto de Lucas Maia a la Sergio Ramos forzó la definición en los penales, donde Antony Silva atajó tres penas máximas para mandar a La Franja a la Liguilla tras ganar la tanda 6-5, luego del 2-2 en el regular.

La Franja pagaba las desatenciones en defensa y eso ante unos de los grandes del balompié nacional es inadmisible, pues el primer gol del Rebaño presidía de un mal rechace de George Corral y el segundo de una mala marca de Gustavo Ferrareis, improvisado todo el semestre como lateral.

Pero Maia, jugando desde los 77 minutos en lugar de Juan Pablo Segovia, le puso dramatismo al asunto rematando en el vórtice del área chica con la corona de la cabeza un córner nacido por derecha para mandarlo a guardar de forma agónica para forzar la definición desde los 11 pasos.

El espíritu de la repesca del Guardianes 2020, ése donde Puebla se levantó de un 2-0 ante el poderoso Rayados y jugando en El Gigante de Acero se aparecía de nuevo el sábado en la Angelópolis.

Aunque la noche en el Cuauhtémoc arrancó tirando a matar: Chivas o “El Cone” Brizuela aprovechando un regalo de George Corral y Puebla castigando un error del “Tigre” Sepúlveda al bajar dentro del área a Maxi Araújo para abrirle el camino al empate con un empate a los locales tras un soberbio, pero afortunado cobró del uruguayo Christian Tabó.

El tanto de Brizuela es de mención honorífica, pues regaló una obra de arte sorprendiendo a todos en el Cuauhtémoc tras quedarse con un mal rechace de George Corral en la frontal. El futbolista rojiblanco optó por acomodar el esférico al palo largo de Silva luego de recuperar la pelota con un disparo raso cuando todos juraban castigaría con un misil a la zona de los ángulos superiores de la meta blanquiazul.

Sobre la pena máxima a favor del Puebla, la misma no estaba exenta de polémica porque más de uno -incluido el VAR- observó la barrida de Sepúlveda sobre Araújo fuera del área y otros -los fanáticos del Puebla- dentro.



Tabó, por cierto, estuvo a nada de perderse la igualada porque se la jugó todo el camino pateando por el centro. Pero de no ser por Gudiño, quien se venció antes, aquello hubiera terminado en un chasco para La Franja.

Más tarde, los dos equipos presumieron la suya, pero la presión por hacerse del pase a la Liguilla del futbol mexicano hizo mella en quien la presumió como Mayorga a la media hora de partido ante un desesperado Antony Silva, o cuando Parra la tiró por fuera con el arco abierto.

En la primera, el lateral rojiblanco optó por tirar el esférico a cualquier lado cuando el cancerbero guaraní se le venía encima, a la desesperada, en el afán de achicarle el arco. En la del Puebla, Parra desaprovechó un “obsequio” del portero rojiblanco Raúl Gudiño cuando en el afán de evitar un tiro de esquina se lo entregó al chileno y éste sin pensarlo dos veces la prendió de primera poniéndole mucho con el arco abierto.

Sí, hasta en los intentos estaban mano a mano blanquiazules y rojiblancos.

Luego, en la reanudación Silva en dos ocasiones salvó a La Franja con las atajadas acostumbradas de cada semana. Todo esto tras la crecida del Rebaño gracias a su velocidad en la zona de las laterales.

Aunque los blanquiazules reaccionaron con un “riflazo” en la frontal de Javier Salas para emplear a fondo a Raúl Gudiño, providencial en el vuelo y seguro en el manoteo para evitar el 2-1.

Pero el 2-1 llegó en el otro arco con aquellos vistiendo de rojiblanco cuando Alejandro Mayorga aparecía de sorpresa para rematar de cabeza. El lateral por izquierda del Rebaño adelantó a un Ferrareis extraviado en la marca y luego simplemente cruzó con la testa a Silva para dejarlo como mero espectador a la hora cero.

El Rebaño estaba en la Liguilla, pero aún faltaba por escribir a casa y justo en el último minuto la testa de Lucas Maia levantó a La Franja para definir el pase desde el paredón. Todo quedaba entonces en manos de Silva, Gudiño y los zapatos de quien se apareciera sobre el manchón penal.

La suerte se echó y Puebla comenzó con Diego de Buen anotando sin mucho impulso para adelantar por primera vez a La Franja en todo el partido. Luego Antuna igualó engañando a Silva.

La responsabilidad de devolverle la ventaja a Puebla quedó en Daniel “El Fideo” Álvarez, pero Gudiño le tapó el intento. Pero si el arquero de Chivas había hecho lo suyo, Silva respondió tapándole a Cisneros a mano cambiada.

Después, Tabó como en el primer tiempo lo hizo de nuevo: fuerte por el centro. Aunque Luis Olivas, central rojiblanco, no se amilanó e igualó a pesar de su novatez.

Con el 2-2 apareció en el manchón Dieter Villalpando y su pasado rojiblanco, bueno para romper la igualada. Sin embargo, Lalo Torres respondió con un disparo al ángulo superior izquierdo.

Sin nada para nadie, Amaury Escoto cobró con potencia para el 4-3 a favor de La Franja. “El Chicote” Calderón fuerte, raso y colocado mantuvo con vida a Chivas para la muerte súbita.

Salas en el arranque del matar o morir se lo dejó a las manos de Gudiño para acercar a cuartos a Chivas. No obstante, el santo Silva obró el milagro atajando para devolverle la vida a Puebla.

Segundos después, Israel Reyes se apareció por el manchón y con decisión hizo el 5-4. Aunque “El Pollo” Briseño sin titubeos igualó de nuevo para seguir el suplicio.

El octavo penalti quedó en los pies de Maia, héroe en el tiempo regular y fuerte en el penal para hacerlo bueno. Luego, luego Silva mandó a la Liguilla a Puebla parándole a Mayorga… Puebla, como en 1983, dobló en una estancia definitiva a las Chivas en penales.