Carlos Morales no se guardó nada en la última jornada frente a FC Juárez y echó mano del liderazgo de Dulce Martínez, quien apareció en la banca con un protector fácil luego de la fractura en la nariz que sufrió el 13 de octubre en el encuentro frente a las Centellas del Necaxa.
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La capitana de La Franja regresó al campo antes de lo que se esperaba para brindar su apoyo y trabajo como líder con sus compañeras, siendo ese el factor que el técnico blanquiazul buscó al solicitar su presencia en el partido, así como la experiencia con la que cuenta en una de las zonas más difíciles del terreno de juego.
Desde el calentamiento previo al encuentro frente a “Las Bravalácticas”, la defensa se mantuvo atenta a las indicaciones del preparador físico dándole ánimo a sus compañeras, tomando un rol enfocado en motivar a quienes saldrían como titulares en el último juego del Apertura 2024.
El llamado de Martínez también fue necesario debido a las pocas opciones que existen en su posición con experiencia, pues ante las lesiones que aquejan al Puebla FC Femenil el director técnico sólo contaba con dos jugadoras mayores de las nueve que estaban como propuesta de cambio.
Durante el partido, Dulce Martínez trató de guiar a la línea defensiva, resaltando la charla que en la pausa de hidratación mantuvo con Jaqueline González tras el error que cometió en el juego y le costó un gol en contra al equipo blanquiazul.