Una Serie Mundial inédita es la que disfrutaremos los aficionados –y no aficionados- al beisbol, a partir de este martes cuando se encuentren cara a cara los Astros de Houston que se despacharon en seis juegos a los orgullosos Yanquis de Nueva York y los Nacionales de Washington que barrieron en cuatro juegos con los Cardenales de San Luis.
Un clásico a ganar cuatro de siete, que comenzará en punto de las 19:08 horas tiempo del centro de México en el estadio Minute Maid, que será escenario por segunda vez de este gran acontecimiento.
Los Astros que, en la Liga Americana donde se mudaron en 2013, ya ganaron el primer clásico que jugaron en 2017, a costas de los Dodgers de Los Ángeles, mientras los Nacionales, que llegaron a la Gran Carpa en 2005 al heredar la franquicia de los Expos de Montreal, estarán por primera vez en el Clásico de Octubre.
En las últimas campañas, los Astros se han convertido en protagonistas del nuevo circuito, después de vivir campañas complicadas.
Pero esas campañas perdedoras le permitieron escoger el mejor talento del beisbol y poco a poco se fueron armando para comenzar a resurgir a partir del 2015 hasta despuntar en el 2017 cuando ganaron el primer clásico de su historia.
Los Nacionales, en cambio, no habían dado el gran golpe y lo consiguieron exactamente en el momento en que se desprendieron de su mejor pelotero.
No es que hayan querido deshacerse de Bryce Harper solo que, al convertirse en agente libre no tuvieron la capacidad económica para ofrecerle un contrato multianual con varios millones por delante.
En Lls dos primeros meses de la campaña fueron una incógnita, pero a partir de junio resurgieron hasta avanzar a la postemporada como el mejor comodín. El resto de la historia ya lo saben ustedes: liquidaron a Cerveceros, sorprendieron a Dodgers y barrieron a Cardenales.
Un clásico donde destaca el tremendo cuerpo de abridores de los dos protagonistas: por Nacionales, Aníbal Sánchez, Max Scherzer, Stephen Strasburg y Pat Corbín –sobre todo los tres primeros-lucieron intransitables en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional; mientras del otro lado, Justin Verlander, Gerrit Cole y Zack Greinke representan una terna de abridores de mucha categoría.
A Verlander ni a Greinke le fue nada bien contra Yanquis, pero bastó la actuación de su bullpen, un Gerrit Cole, incontenible y el bateo siempre oportuno repartido entre Springer, Correa, Gurriel y el siempre espectacular José Altuve para liquidar a los Mulos, y una vez evitar que acabaran con su sequía sin meterse al añorado clásico.
No es el duelo Yanquis contra Dodgers como todos soñaban; es un clásico diferente, entre el más ganador de toda la campaña, y el más encendido en la recta final del 2019.
Que lo disfruten.