Dominio de las Chivas en la grada y en el césped; pero no en las áreas, donde un golazo de Gustavo Ferrareis le bastó a Puebla para seguir al alza en la competencia tras imponerse el viernes 1 por 0 en el Cuauhtémoc.
Sí, en su casa y con su gente. Qué importa si el pueblo blanquiazul era minoría el viernes, el triunfo supo más así que hasta los postes en dos ocasiones jugaron su partido para salvar a los verdaderos locales.
El Rebaño mandó territorialmente, gobernó a lo largo como ancho del campo, inclusive lo tuvo a través del Pocho Guzmán. Pero entre Antony Silva, azote de otras noches del Guadalajara, y el poste se lo negaron como en la Copa del 2015 a las Chivas en el Cuauhtémoc.
Nada nuevo que Puebla tenga el antídoto para frenar al Rebaño cuando éste se pone serio… al menos así ha sido desde 1983.
El santo Silva a base de reflejo se sacó de encima un tiro de larga distancia de Guzmán que le había botado casi en la cara. Luego el transversal cimbró el dos veces mundialista con Antony vencido o superado por el esférico.
La situación salía conforme al script, Chivas dándole un meneo al rival como su racha de siete juegos sin perder mandaba; Puebla aguantando, pero tampoco sufriendo a excepción de esas dos de Guzmán y tratando a base de latigazos, en su mayoría imprecisos; aunque uno le bastaba como para animarse.
Y ese balón colgado llegó desde el flanco izquierdo, bueno para aprovechar la velocidad de Gustavo Ferrareis, quien se movía del lado contrario del campo.
El brasileño alcanzó esa pelota aparentemente intrascendente para convertirla en una de gol luego de hacerse de la misma apenas conducirla y tras juzgar a Miguel Jiménez adelantado clarearlo con un obus que se clavó en el ángulo superior izquierdo para convertir hasta el más chivista en poblano el viernes.
Y es que el gol se cantó a los cuatro vientos en el Cuauhtémoc, hasta antes de eso dominado por los “olés” o las porras a las Chivas.
Chivas sitió otra vez a Puebla en el complemento, pero se cansó de tirar centros al corazón del área poblana; en otras, el blanquiazul se multiplicó para guarecer el cero de forma heroica en su meta y en una el transversal se lo negó a Daniel Ríos, jugando en sustitución de Ronaldo Cisneros en el segundo lapso, mientras los minutos pasaban.
Eso, el reloj consumándose, le convino a los locales que poco a poco, sin mucho, preocupaban a la zaga rojiblanca por un potencial desdoble.
Pero ya son dos triunfos en fila para Puebla. Chivas, en cambio, se estrelló viendo cómo su racha se esfumó gracias a un latigazo que no llevaba mucho y acabó en gol.