El poblano César Vargas sueña con volver a las Grandes Ligas

En 2016, con 24 años de edad, César se convirtió en el segundo lanzador nacido en el estado de Puebla y primero en la ciudad, que pisaba la Gran Carpa

J.L. Hermida Uscanga

  · viernes 20 de septiembre de 2019

Con 27 años de edad, el pitcher poblano César Vargas no pierde la esperanza de regresar a Grandes Ligas. “Mi meta siempre ha sido volver y más ahora que estoy totalmente recuperado del brazo de lanzar”, agregó el derecho egresado de la Liga Infantil-Juvenil Ignacio Zaragoza y quien cumplió su primer año en la Liga Mexicana de Verano con los Sultanes de Monterrey.

En 2016, con 24 años de edad, César se convirtió en el segundo lanzador nacido en el estado de Puebla y primero en la ciudad, que pisaba la Gran Carpa –el primero fue Aurelio López-.

Fue el 22 de abril cuando César recibió una llamada estando sucursales para reportarse con el equipo grande de los Padres de San Diego.

Estaba programado para lanzar al día siguiente contra los Cardenales de San Luis.

“Fue emocionante”, recuerda César con humildad. “Ese día tuve como rival de montículo a Michael Wacha, uno de los grandes lanzadores de los Cardenales”.

En ese duelo, César trabajó cinco entradas, admitió cinco hits, ponchó a tres, regaló una base y admitió una carrera para cumplir con un debut prometedor.

El poblano que dio sus primeros pasos en la Liga Zaragoza donde al igual que su padre –Nacho Vargas- de jugador de campo se convirtió en lanzador, tuvo siete aperturas en la Gran Carpa, donde no pudo ganar y a cambio sufrió tres derrotas.

“Siento que estaba lanzando bien, desafortunadamente vino una lesión en el codo, de la cual apenas me recuperé el año pasado. Te puedo decir que estoy al cien por ciento, y con deseos de regresar a Grandes Ligas”, dijo el hoy lanzador de los Sultanes de Monterrey, que vivió apenas su primera campaña en la Liga Mexicana de Verano.

Después de su experiencia con los Padres, Vargas fue dejado en libertad y seleccionado por los Nacionales de Washington, que no le brindaron la oportunidad de subir.

“A principios del año me dejaron en libertad, hubo algunas ofertas de algunos equipos, pero ninguna nos convenció. Fue entonces que me llamaron los Sultanes, equipo dueño de mi retorno, y aquí estoy feliz. No se pudo llegar más lejos pero el beisbol da revanchas”.

Vargas comenzó a llamar la atención de Lee Sigman, buscador de Yanquis y Sultanes, entre 2006 y 2007. Al ex manager de los Tigres de la Angelópolis le llamó su atención, la manera que rompía su curva y su velocidad.

En 2008, con Nacho Vargas como coach de bullpen de los Pericos, los Yanquis decidieron firmarlo por vía del equipo poblano.

Allí comenzó su paso por la liga de novatos buscando dar el paso a la Gran Carpa. Años después,los Yanquis lo dejaron en libertad, para que los Padres lo firmaran como agente libre y le dieran la oportunidad de cumplir su sueño.

Al mismo tiempo, los Sultanes no quitaban el dedo del renglón con César, y convencieron a la directiva de los Pericos para obtener su derecho de retorno a cambio de varios jugadores.

“Pericos necesitaba jugadores para ese momento y fue la mejor vía para obtenerlos”, dice César cuyo padre ya para esos tiempos era parte del cuerpo técnico de los Fantasmas Grises.

FELIZ

César se dice feliz con la experiencia que vivió en su primera temporada en Liga Mexicana con los Sultanes de Monterrey.

César terminó con marca de ocho triunfos, seis derrotas y una efectividad de 4.34. Además, tuvo el honor de abrir el primer juego de playoff y ganarlo. Sultanes cayó en siete juegos ante Monclova.

Pero César no quita el dedo del renglón. Se siente sano y espera volver a la Gran Carpa

“La lesión en el codo me impidió continuar. Fue un trayecto complicado para llegar y aunque no llegó el triunfo, estoy contento con mi trabajo. El beisbol es un deporte de conjunto y ganar no depende solo del pítcher, es básico el apoyo de tus compañeros”.

“No me cierro las puertas para volver. Estoy fuerte otra vez del brazo y trabajo duro para merecer otra oportunidad”.

Reconoce que en Estados Unidos le prestan más atención a jugares de otros países que al mexicano. “A nosotros no nos ven bien como jugadores de gran calidad, se inclinan más por los demás, aunque si firmas con un bono alto, entonces encuentres menos obstáculos, porque saben que pagaron por algo que tiene talento”.

Recuerda que a pesar de tener buenas campañas se tardaron en subirlo. “Siempre me decían que el que pitchaba bien debía de subir, pero a pesar de que muchas veces logré buenos años, siempre me salían con que necesitaba mayor velocidad. Nada era suficiente”, añade.

“Una vez en Clase “A” media lancé muy bien en una campaña y fui el único que repetí en el equipo. Pero seguía tocando piedras, nunca perdía la fe en Dios, hasta que me llamaron para lanzar al día siguiente en el equipo grande de San Diego. Te juro que no me lo creía”.

Vargas, hoy de 27 años tiene como armas principales su recta, slider y sinker, un pitcheo que lo ha ayudado mucho últimamente. “Domino hasta cinco o seis lanzamientos, pero esos tres son los que mejores resultados me han brindado”, destaca el poblano que tiene como principal maestro a su padre –Nacho fue pitcher con Yucatán, Rieleros y Pericos, entre otros equipos-. “Mi papá analiza todas mis salidas, mi mecánica y me corrige las fallas, la verdad he aprendido mucho de él”.

Aunque en Ligas Menores recuerda a José Rosado, un boricua, que siempre tuvo el mejor consejo para él.

“Trabajo y más trabajo, y nunca rendirse, me decía”, recuerda César.

LIGA ZARAGOZA

Tampoco olvida sus inicios en la pelota infantil y su paso por la Liga Zaragoza, el circuito infantil más importante del Estado. Allí jugó llegó con el equipo Vochos como jardinero en 13-14 años, hasta que un día su manager Rafael Castelán lo trepó al cerrito y empezó su crecimiento como pelotero.

“Allí surgió todo mi sueño, contento por haber jugado allí y esperamos que sigan saliendo más jugadores hacia el profesionalismo”.

Es en ese momento que César busca una respuesta del porqué Puebla no es una potencia para producir jugadores.

“Cada vez salen más jugadores, pero a comparación de otros estados nos quedamos cortos. Ojalá Puebla aproveche la presencia del beisbol profesional y sea uno de los principales exportadores de jugadores de beisbol. Talento hay, solo falta apoyarlos más”.

Busca una respuesta para saber cuál sería el motivo de esa escasez, y dice no encontrar un factor.

Aunque acepta que al jugador le puede faltar hambre de querer llegar, o quizá la dificultad para jugar beisbol y estudiar al mismo tiempo. “El estar en este juego te consume todo el tiempo y debes estar dedicado al cien”.

Y manda un mensaje para todos los niños que juegan en el beisbol infantil.

“Nunca pierdan sus sueños, sigan trabajando, jugando pelota con corazón, disfruten y jamás dejen de luchar por lo que quieren”.

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