Se acabaron los experimentos, a partir de esta semana todo cuenta y más le vale al Puebla arrancar el próximo viernes el torneo con un buen resultado ante los Rojinegros del Atlas, en la cancha del estadio Jalisco.
La Academia, por cierto, abrió la competencia con un categórico triunfo 2-1 sobre La Máquina Celeste de la Cruz Azul el sábado. El conjunto tapatío vino de atrás tras caer 1-0 abajo en el marcador a los 15 minutos; pero goles de Ángel Márquez a los 43 e Ignacio Jeraldino a tres del final reescribieron la historia en el Azteca.
Por lo tanto, tras un torneo donde se terminó penúltimo de la clasificación, sólo por encima de los hoy desafiliados o extintos Tiburones Rojos del Veracruz, La Franja necesita de buenas noticias dentro de la cancha para resarcirse con su afición y la historia propia del club.
Las expectativas previo al debut son altas en el campamento blanquiazul debido a los refuerzos logrados durante el mercado de invierno, nombres como los de Osvaldito Martínez o Ángel Zaldívar ponen a soñar a la afición poblana con hacer una buena temporada.
Pero si los resultados no acompañan, la ilusión se desvanecerá en un cerrar y abrir de ojos, al igual y como sucedió el semestre pasado.
Sólo en el primer mes de competencia se sabrá a qué aspira La Franja en el Clausura 2020 de la Liga MX, más cuando cuatro de sus cinco rivales iniciales en el torneo clasificaron el último campeonato a la fiesta grande del futbol mexicano (América, Querétaro, Necaxa y Santos).
Aunque a dos de ese póker de equipos les jugó de tú a tú el torneo pasado, e inclusive sorprendió venciéndolos, como hizo con los Rayos del Necaxa en el cierre del Apertura en el Cuauhtémoc derrotándoles 3 por 0 ante todos los pronósticos.
Además, a una tercia de esos cuatro adversarios los enfrentará en casa (América, Querétaro y Santos). Pero, a decir verdad, la localía para La Franja no es factor, más cuando apenas levantó en tres de nueve partidos los brazos el último certamen.
Pero si los blanquiazules salen con vida de las primeras cinco fechas elevarán sus opciones de terminar con nueve torneos en ayuno de Liguilla. El Puebla no clasifica a las finales del balompié nacional desde el Apertura 2015, cuando finalizó séptimo en la clasificación general con 27 puntos y accedió a la ronda de cuartos para medirse a los Diablos Rojos del Toluca.
Desde entonces se movió entre el décimo octavo y décimo casillero de la tabla.
Todo esto en un 2020 de incógnita, donde se ha hablado –y en últimas semanas olvidado- sobre la posible mudanza de La Franja a Mazatlán o a cualquier otra entidad de la república.
Por el momento, el club salió al paso del tema con hechos en lugar de palabras, incorporando nombres importantes para el proyecto 2020, centrando así la atención en el campo.