Juega el Puebla y es garantía de goles, en últimos tiempos en su mayoría en contra, pero no el viernes en su presentación en el Cuauhtémoc en el Clausura 2023 ante los Gallos Blancos del Querétaro, a quienes derrotó 2-0 y con un hombre más en cancha.
El blanquiazul jugó 82 minutos o más, por aquello del tiempo agregado o efectivo de juego, en ventaja numérica tras una dura entrada de Kevin Balanta sobre Martín Barragán en una zona intrascendente del campo sancionada con roja directa.
Si el juicio de la acción fue rigorista por parte del árbitro central Jorge Abraham Camacho Peregrina, pues para eso está el VAR; pero noche de VAR no hubo en el Cuauhtémoc, tampoco en la grada, donde la afición castigó con una floja y pobre entrada al dos veces mundialista. Sí, a la fanaticada no se le olvida las goleadas de América y Pachuca.
- Te recomendamos: Dan prórroga a los aficionados del Puebla para presentar el FanID
La expulsión obligó a replantear el duelo a Mauro Gerk. Si el técnico emplumado apostaba por agredir a un equipo desconfiado en defensa, ahora debía de pensar en no cederle espacios y retiró sin miramientos a Jorge Hernández por Miguel Barbieri.
Lógico, a Hernández no le gustó y se notó cuando salió del campo. Pero era eso o correr riesgos y a su entrenador le pagan por lograr resultados.
Querétaro subió la guardia y le planteó un enigma defensivo a Puebla en su patio. El blanquiazul se hizo de la posición, basculó de un lado a otro, pero le faltaba chispa, idea, prueba para su técnico Eduardo Arce.
Como pudo, pues a Puebla le cuesta mucho sin el cambio de ritmo de Omar Fernández, ausente otra vez por lesión, el blanquiazul abrió la lata tras un envío hacia el corazón del área de Luis García. A la cita puntual llegó Federico Mancuello; el argentino se tendió de “palomita” para quemar las redes enemigas y así calentar un poco a un frío Cuauhtémoc.
Pero luego, luego Puebla le entró “frío”; tal vez por no saber qué hacer con la ventaja tras estar arriba en el tanteador después de mucho tiempo. Aunque en realidad trataba de ser calculador y eso casi le costó el empate cuando Querétaro remató dentro de su área a quemarropa de cabeza… pero ahí, providencial apareció Antony Silva como Gordon Banks ante Pelé en México 1970.
Los más jóvenes deberían de buscar la atajada de Banks en YouTube para darse una idea del tamaño de parada de Silva en el dos veces mundialista.
Querétaro comprobó lo frágil de su rival cuando se le prueba en defensa e insistió con otro remate, ahora de larga distancia. Una vez más estaba Antony atrás para aguantar vara.
Pero Puebla siguió mal atrás y vivía con “el Jesús en la boca” en cada transición de ataque a defensa. Lo que será cuando agarre a un equipo más embalado y siga sin corregir.
Sin más ambos equipos alcanzaron el descanso con el 1-0 en la pizarra.
Arce se puso serio y sabedor de necesitar de una exhibición para afianzar a su proyecto lanzó a la cancha a Daniel Álvarez por Emilio Martínez y luego refrescó el ataque con Guillermo Martínez por Martín Barrangán.
Los cambios le salieron al entendedor porque si bien el Puebla dio un paso al frente; abrocharon la victoria cuando Guillermo Martínez taladró con la frente las redes rivales haciendo el segundo y definitivo tras un servicio de Daniel Álvarez.
La calma ha regresado a Puebla tras prender temprano las alertas por aquella goleada en Pachuca. Pero la siguiente semana se probará la aparente recuperación de La Franja en el Azteca ante las Águilas del América.
El dato
La Franja mantuvo el cero en su arco por primera vez desde septiembre
6 Partidos, cuatro de pretemporada y dos de fase regular, le tomó a Eduardo Arce lograr su primera victoria con el Puebla
