La plaza de toros El Relicario reposa tranquila a la espera de reabrir sus puertas, cuando las condiciones lo permitan, y volver a presentar una corrida de altura, como la última que se presentó en el escenario de Los Fuertes dentro de la Feria Guadalupana de 2019.
Días después de que la sentencia de 13 regidores -12 en contra y el decisivo que omitió su voto- evitó la prohibición de la fiesta de los toros en el municipio de Puebla, la plaza poblana se encuentra lista para recibir a los grandes maestros de este arte que llegó a México hace más de 500 años.
La última vez que la plaza presentó una corrida fue el 13 de diciembre de 2019 dentro de la Feria Guadalupana, presentada por la empresa Don Bull, encabezada por el senador Pedro Haces y el contador Rafael Moreno Valle (QEPD).
El cartel fue de lujo: El sevillano Enrique Ponce, alternando con Arturo Saldívar y André Lagravere “El Galo” con toros de Barralva.
Pensar que si la decisión del cabildo hubiese sido diferente, esa pudo ser la última corrida en la historia de El Relicario. No fue así, porque al final se impuso la cordura y la sensatez.
CULTURA Y TRADICIÓN POBLANOS
La decisión del jueves en cabildo evitó que se diera un duro golpe a la cultura y tradición de Puebla capital pues de acuerdo con relatos como los de Hugo Lincht hay toros en Puebla por lo menos 10 años antes de su fundación oficial y se sabe que la primera corrida de toros en México se tiene registro por Hernán Cortés desde junio de 1526.
Aunque ya los llamados “antitaurinos” sentenciaron que no se quedarán con los brazos cruzados y seguirán en la lucha por abolir la tauromaquia en Puebla.
Los grupos taurinos del país y más allá de las fronteras celebraron que no se haya prohibido la actividad de la fiesta brava en la capital de la entidad poblana. Esto, tras el conteo de votos en sesión del pleno de cabildo del pasado jueves donde, al desaparecer el regidor Justino Joaquín Espidio Camarillo a la hora de emitir los sufragios, ayudó a la tauromaquia para seguir vigente en la Angelópolis.
EL RELICARIO
Actualmente, “El Relicario de Puebla Joselito Huerta” inaugurado en noviembre de 1988 con capacidad para poco menos de 5 mil espectadores es el único lugar donde hay toros en el municipio de Puebla, pues el centro de espectáculos GNP, otrora llamado Acrópolis no tuvo los resultados esperados para la actividad taurina.
Ningún otro sitio en el municipio de Puebla está diseñado para la fiesta brava en Puebla capital, es claro que hay actividad con toros de monta en algunas juntas auxiliares, pero no se involucra el ritual, la historia y el sacrificio que tiene la fiesta brava.
Para el investigador Horacio Reiba, prohibir las corridas de toros “hubiese sido un acto de censura y supremacista de unos cuantos sobre un espectáculo que sigue siendo popular”.