El venezolano Willie Romero se convirtió desde este lunes en el nuevo mánager de los Pericos de Puebla para la próxima temporada de la Liga Mexicana de Beisbol de Verano en sustitución de Gerardo “Polvorita” Sánchez, quien desde hace unos días había causado baja como integrante del cuerpo técnico del conjunto poblano.
Lo de Willie Romero, de 47 años, era un secreto a voces, y finalmente lo anunció la directiva vía redes sociales.
Romero que militó en la pelota mexicana con los Saraperos de Saltillo, Leones de Yucatán, Monlcova, Tigres, entre otros clubes, y ya dirigió en el circuito de verano a Monclova y a los mismos Melenudos, será el primer manager de origen venezolano que tome las riendas de los Pericos de Puebla, en un intento más encontrar ese protagonismo que continúa perdido desde que el equipo cambió de manos, a partir de la temporada del 2019.
La campaña anterior, Willie, trabajó como coach de bateo de Los Mariachis de Guadalajara y actualmente dirige a los Navegantes de Magallanes en la pelota de su país.
Romero fue un extraordinario jardinero y bateador, al que muchas veces vimos en Puebla enfrentando a los Pericos con diferentes equipos, por lo que es ampliamente conocido por la afición poblana.
En ese sentido siempre la afición poblana, principalmente la de la vieja guardia, siempre se ha decantado porque Puebla cuenta con managers con arraigo en la entidad, lo que no fue tomado en cuenta por la directiva que encabeza José Miguel Bejos, que busca que Willie traiga esa magia bajo la manga, que no tuvo Carlos Alberto “La Chispa” Gastélum, después de sustituir a Enrique Reyes sobre el final de la temporada del 2019, cuando fue relevado del equipo de manera sorpresiva, pese a estar peleando por la calificación.
Romero se ha distinguido por ser un manager que gusta practicar el beisbol agresivo; se distingue por tener un carácter fuerte, lo que tendrá que sacar a flote y saber controlar a la hora de enfrentar sobre todo a una directiva que a veces exige más de la cuenta y termina por desesperar y exasperar a sus propios dirigentes.