A Octavio Martínez le dicen El Zorro, un sobrenombre que nació por su habilidad para moverse en la sala de combate y manejar con maestría la espada.
El esgrimista poblano de 26 años de edad, que se inició a los seis años de edad con el doctor Viterbo Simont (QEPD), sigue disfrutando su triunfo en la especialidad de Florete de mayores en el campeonato nacional que se realiza en Guadalajara, Jalisco.
“Es una enorme alegría para mí, y un alivio de que todavía se tienen ganas de triunfar y a pesar de un año de inactividad competitiva por la pandemia, disfrutamos el deporte de nuestra vida”, dijo vía telefónica en exclusiva para El Sol de Puebla, el joven esgrimista que dedicó el éxito a su familia que lo albergó de nuevo en casa después de vivir 10 años en la Ciudad de México.
Con un palmarés de seis medallas de oro en Olimpiadas Nacionales y otras tantas más de plata y bronce “eso sí, siempre representando a Puebla”, dice orgulloso, “El Zorro” Martínez explica que ese triunfo nacional lo calificó directamente al mundial de Qatar, aunque reconoce que “es imposible ir. El Mundial es el próximo fin de semana, y ya el tiempo está encima.
“Se necesita mucho apoyo para el viaje, inscripciones, pago de hotel y tiempo para cumplir los protocolos, porque con la pandemia debes llegar y estar en cuarentena en el hotel. Muy difícil estar ahí, ya que el evento es el próximo fin de semana”, acepta resignado.
Martínez que desde 2012 se trasladó al Centro Nacional de Alto Rendimiento para combinar sus entrenamientos con su estudio y donde se puso bajo la tutela del entrenador nacional de Esgrima Rolando Soler White.
“Me sirvió mucho y dentro de todo he participado en panamericanos juveniles, consiguiendo medallas de bronce; dos mundiales de mayores, donde me coloqué entre los mejores 65 del mundo y logré además un tercero y dos quintos lugares por equipos”.
Para estar en Guadalajara, debido al cierre del CNAR por la pandemia, regresó a Puebla donde se preparó en casa durante un año. “A veces mi papá, que fue también mi entrenador, me ayudaba, pero por su trabajo no podía hacerlo diario.
“Pero trabajé fuerte y valió la pena”, dice.
La medalla de oro, apenas el jueves en Guadalajara se gestó cuando pasó la etapa clasificatoria con cinco triunfos en seis combates.,
Después pasó by a dieciséisavos de final, donde liquidó al tapatío Daniel Gutiérrez, 15-8; después superó 15-9 a Jesús Moya para meterse a la pelea por las medallas; en semifinales se impuso 15-11 al queretano José Pellicer; y en la gran final venció 15-10 al regiomontano Carlos López.
Un triunfo, que a pesar de ser el número 2 nacional en florete, no le permitirá estar en preolímpico de Panamá para buscar su pase a Juegos Olímpicos.
“En el preolímpico solo va uno por país, y solo que Diego Cervantes, es el número uno se lesione o algo así, es como entraría yo, pero es difícil”, acepta el poblano.