“Una no es ninguna, pero dos es mejor que una”, decía Último Guerrero cuando llegó el momento de definir el pleito principal del lunes clásico del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) en Puebla ante Volador, pues con la misma treta de la semana pasada trató de chamaquear al líder de los Depredadores.
Pero Volador se la aprendió y esta vez se quitó el foul de encima, aunque luego salió más vivo y aprovechando el descuido de Edgar “El Güero” Noriega se apuntó para la próxima entrega del Óscar, o más bien de los Arieles, tirándose al suelo para hacerle creer al réferi que Último Guerrero se había pasado de lanza con él.
A Volador nada más le faltó patalear para entregar una obra de arte… pero del arte de la artimaña, “quien se lleva, se aguanta”, reza bien el refrán.
Y Noriega, conocedor de la fama del Último de su Estirpe, se la compró al Depredador Aéreo para levantarle las manos a éste junto a sus socios Averno y El Negro 4.40; mientras Último Guerrero, Gran Guerrero y Bárbaro Cavernario se quedaron como el chinito, “milando”, qué barbaridad, pues “a quien hierro mata…”.
Otra batalla para La Atlántida
En su versión “chico malo de la Atlántida”, Atlantis Jr voló sobre Stuka para dejarlo listo para la cuenta de los tres latidos para así agendarse otra batalla en la guerra ante El Misil Humano rumbo a esa función de aniversario en la Arena México.
“El próximo 16 de septiembre la gente va a conocer tu verdadero rostro”, le dijo El Heredero de la Atlántida a Stuka nada más al acabar el pleito donde impuso su ley junto a Hechicero y Templario.
Antes, Stuka y Titán debieron de sortear la tercera caída en desventaja numérica tras la baja de Ángel de Oro luego de caer víctima de Templario. Al querubín lo dejaron sin ala y éste no alcanzó a recuperarse, mientras las damas se deshacían por ver al ídolo caído; no faltó aquella que hizo de todo para consolarlo, a grado tal de olvidarse de su acompañante… no hay qué ser, aunque sea disimúlenla muchachas.
De esa forma, poco o nada hicieron Titán y Stuka, meros muñecos de trapo ante el agandalle de los rufianes… “así serán buenos, montoneros”, exclamaba el respetable.
Apapacho Gacho
Becho, abacho y apapacho gacho”, cómo de qué no, pues con una cruceta Dulce Gardenia atendió a Rey Bucanero para imponer su exótica ley el lunes en la Arena Puebla.
La florecita del CMLL se sobrepuso al trato preferencial brindado por el Pirata del Amor, Felino y Okumura en la primera caída para guiar a Star Junior y El Audaz al triunfo tras rendir al capitán de los rudos en la tercera y definitiva, desencadenando así la locura en el inclusivo recinto de acero de la colonia Centro, convertido ya en una auténtica jaula de las locas, donde se coquetea o se cambia de bando como de género por igual porque como cantaba Alaska y Dinarama, “¿a quién le importa lo que yo haga? Yo soy así y así seguiré…”.