Benjamín Mar fue luchador profesional, proviene de una familia completamente dedicada a la lucha libre y ya retirado, es ahora el administrador de la Arena Puebla. Y quién mejor que él para hablar del escenairo poblano.
“Imagínate los recuerdos que tengo de los aniversarios en la Arena. Llegamos en el 30 aniversario donde mi papá -Manuel Robles- perdió la cabellera ante Fuerza Guerrera, quien con ese triunfo comenzó el despunte de su carrera.
“Vivíamos en México, ya traía escuela, hicimos un grupo de luchadores que entrenaba Manuel Robles; ahí estaban Torrente, Vendaval, Black Tiger y muchos más, y desde ahí comenzamos. Te hablo de los 80, tres años después debuté como emergente por El Faraón, precisamente en el 33 aniversario de la Arena, un sábado por la noche como Benny Mack, y allí comencé por este mundo de la lucha libre”.
“Nací en la lucha libre y me moriré en ella. Y si vuelo a nacer haría lo mismo”, dice orgulloso Benjamín quien recuerda a sus tíos Sugi Sito, Huroki Sito y a su padre Manuel Robles (Mar), quienes se dedicaron toda su vida al deporte de los costalazos.
“El único que no lo hacía, Panchito Robles, fabricaba las botas que usaban los luchadores”, recuerda Benjamín, cuya familia es originaria de León, Guanajuato, la ciudad del calzado.
Benjamín recuerda que había funciones sábado, domingo y lunes. Las dos primeras las manejaba la empresa y los lunes, los independientes.
“Me tocó una lucha de aniversario en domingo contra Pirata Morgan, que me ganó la cabellera”, recuerda Mar que tras su debut adoptó el nombre de El Jabato.
Al paso del tiempo, la situación económica y el surgimiento de la "AAA" provocó, primero acabar con las funciones de los domingos, que se combinó más tarde con la marcha de los independientes, y todo se redujo a la función de los sábados.
“Hicimos un análisis sobre qué día era mejor, lo expusimos en México y decidimos cambiar el sábado por los lunes, y a partir de 1994, la Arena volvió a resurgir con las tradiciones funciones de lunes”, expone.
Dentro de los grandes festejos recuerda el del 50 aniversario en el 2003, donde se develó una placa en honor a don Salvador Lutteroth, misma que permanece a la entrada de la Arena.
“Fue una gran batalla de cabelleras entre Shocher y Máscara Año 2000, dos grandes de la lucha libre, donde al final el hijo del Pato Soria salió con los brazos en alto.
“Imagínate lo que no ha vivido la Arena, que fue testigo de la última batalla de los auténticos Misioneros de la Muerte”.
Esa noche El Signo, El Texano y Negro enfrentaban al Jabato, Silver Ming y Asaí, cuando vino la traición del Texano.
“Ya jamás se volvieron a unir, entró Black Power por El Texano, pero nada fue igual, como tampoco será igual el aniversario de hoy, pero ya los festejaremos como la Arena se merece", promete.