La noticia bomba dentro del beisbol de estufa de la Liga Mexicana de Verano, exactamente días antes de que en San Diego se realice la convención anual de la pelota organizada, la dieron los Toros de Tijuana al anunciar al exparador en corto venezolano, Omar Vizquel, como su nuevo manager para la temporada 2020.
Qué clases de mano tenía Vizquel en el campo corto. Fue uno de los torpederos más elegantes en la Gran Carpa y fiel a la tradición a los grandes y torpederos de ese país siempre portando a sus espaldas ese número 13 que hizo famoso David Concepción con la inolvidable Máquina Roja de mediados de los 80.
El nativo de Caracas jugó 24 temporadas en la Gran Carpa con organizaciones como Marineros, Indios de Cleveland, San Francisco, Texas, Medias Blancas de Chicago y esa carrera que comenzó en 1989 la finalizó en 2012 con los Azulejos de Toronto cuando tenía ya 45 años.
Vizquel era un fildeador con enorme clase. Daba gusto verlo levantar pelotas en el campo corto, y a la hora de batear no se queda atrás y la muestra está en los 2877 imparables que dejó registrados en su paso por la Gran Carpa.
Ganó once guantes de oro, nueve de ellos en la Liga Americana y los dos últimos en su paso por San Francisco entre 2005 y 2006 cuando ya abrazaba los 39 años de edad.
Después de su retiro, Omar abrazó la carrera de coach y más tarde timonel en sucursales de Grandes Ligas, pero fue convencido por los Toros, donde tendrá una gran oportunidad para demostrar su talento como dirigente y algún día seguir los pasos de su compatatriota y amigo Ozzie Guillén, que en el 2005 se conmvirtió en el primer manager latino en ganar una Serie Mundial.
Una gran noticia para el circuito, porque perdsonajes de esa categoría siempre darán lustre a cualquier organización.
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No gustó a mucha gente del beisbol que Probeis haya escogido a Puebla como ciudad de paso para organizar su feria beisbolera en pleno inicio de semana cuando muchos pequeños se encuentran en la escuela y ni siquiera pudieron asistir.
Quizá Probeis sabe que en Puebla sí existen ligas de beisbol infantil y prefirieron dar prioridad a sitios como el Estado de México, donde la pelota caliente carece de auge.
Además escogieron un Centro Escolar, tomando en cuenta que allí el número de alumnos es amplio y el entusiasms se iba a desbordar, como sucedió finalmente.
Lo desagradable es que el director del proyecto, Édgar González, que se supone es quien debe dar la carava en cada feria, haya brillado por su ausencia y despreciado a los poblanos.
La caravana continuará hacia el sureste donde, seguramente, se darán un banquete ya que son regiones donde durante toda la vida se ha practicado mucho beisbol.
Y ojalá allá sí llegue, nuestro brillante exmanager nacional.