Con la venta de Lucas Cavallini cocinándose, La Franja se recapitalizaría en el ánimo de reforzarse rumbo al Clausura 2020, pues para nadie es un secreto, el equipo necesita de maquillaje tras un pésimo Apertura.
En ese sentido, la operación por el delantero canadiense deberá de agilizarse, ya sea con el Sporting de Kansas City, Vancouer o cualquier otro cuadro de la Liga MX.
Pero sin capital, el panorama sigue negro en el campamento blanquiazul en materia de altas. Aunque si el traspaso de Cavallini se cristaliza, lo ingresado en caja deberá de gestionarse bien para lograr buenos, bonitos y baratos refuerzos en dos zonas específicas de la cancha: la defensa y delantera.
El Puebla sufrió horrores atrás el último semestre, porque jamás encontró un sustituto a Vladimir Loroña. La situación se complica aún más rumbo al Clausura 2020, cuando sabe desde hace casi dos meses no se contará con los servicios de Brayan Angulo a lo largo del próximo semestre.
De entrada, Juan Reynoso le habrá de pedir a Santa, Los Reyes o al nuevo director general, Rodrigo Incera, a dos laterales nominales.
El problema es hallarlos a un buen precio, pues en el mercado nacional se conoce la necesidad del Puebla por cubrir dichas posiciones del campo y seguramente los precios se elevarán, cuando el conjunto blanquiazul pregunte por hombres con condiciones similares a las de Loroña o Angulo.
La zona de la central, parece está cubierta con la inminente alta del boliviano Luis Haquin. El zaguero goza de opciones de formar parte del equipo desde el inicio, luego de recuperarse de la lesión de ligamentos cruzado sufrida en la fase de preparación previa al Apertura 2019.
En la línea delantera, lógicamente se deberá de buscar al reemplazo de Lucas Cavallini.
La Franja, con la venta del canadiense, se obliga a hacer por un futbolista con la capacidad de marcar de cuatro a cinco goles por torneo, o por lo menos tratar de encontrar una fórmula para suplir con los delanteros en plantilla, los tantos de Cavallini.
Ante la inminente partida de Lucas, se habla de repatriar a Yohandry Orozco. El venezolano, propiedad del Puebla, pasó de jugar cinco partidos con La Franja en el Clausura 2019, a uno con el Atlético Junior de Barranquilla, los últimos seis meses.
Sí, La Franja no gastaría en materia de artilleros. Pero corre el riesgo de hacer por un ariete con poco ritmo de juego y por obvias razones, con la pólvora mojada.
Lo anterior se convierte en una apuesta osada, cuando los puntos urgen en aras de mantenerse con salud dentro de la tabla porcentual. Es cierto, el descenso pasa de largo en el presente curso tras la desafiliación de los Tiburones Rojos del Veracruz; sin embargo, el cociente sigue acumulándose rumbo al ciclo 2020-2021.
La hora de vender y gestionar llegó, el balón está entonces en poder de la directiva.