Fallece el cronista taurino don Jaime "Chato" Silva Gutiérrez

Amante de la fiesta brava y con datos históricos que poseían pocos, don Jaime nos habló desde aquel año de 1939

J. L. Hermida Uscanga | El Sol de Puebla

  · lunes 6 de septiembre de 2021

Foto: Cortesía

El destacado historiador y cronista taurino, don Jaime Silva Gutiérrez, quien apenas hace un par de semanas compartió con El Sol de Puebla sus recuerdos del desaparecido Toreo de Puebla, falleció el domingo por la noche a la edad de 91 años.

Amante de la fiesta brava y con datos históricos que poseían pocos, don Jaime nos habló desde aquel año de 1939 cuando llegó de su natal Oaxaca y supo por primera vez lo que era una corrida de toros gracias al Toreo de Puebla, construido en el predio de la 9 Poniente, a una calle de la Avenida Juárez, y desde entonces quedó ligado al mundo de la tauromaquia.

El famoso “Chato” Silva, como era conocido por sus amigos, fue un verdadero trotamundos dentro del toreo, ya que también tuvo la oportunidad de participar en los espectáculos que se presentaban dentro del mítico y desaparecido escenario poblano, como cómico torero.

Durante muchos años, don Jaime fue colaborador tanto de La Voz de Puebla como de El Sol de Puebla, donde con un estilo muy peculiar, narraba cada una de las corridas que se presentaban tanto en Puebla como en la Región de Tlaxcala.

“La fiesta vivió grandes momentos en la época del Toreo de Puebla, ya que, a pesar del constante cambio de empresarios, desfilaron por su ruedo las grandes figuras del torneo, como Manuel Rodríguez “Manolete”, Manuel Benítez “El Cordobés”, y mexicanos del estilo de Fermín Espinoza, Manuel Capetillo, Lorenzo Garza, entre muchos más”, recordaba don Jaime.

Radicado en Puebla desde hacía más de 80 años, don Jaime integraba el grupo de Tradiciones y Cultura que compartía con amantes de la fiesta con Álvaro Sánchez, Antonio Moreno, Benjamín Calva, Gilberto de Yta, Héctor Budar, Horacio Reiba, José Antonio Luna, Jaime Oaxaca y Miguel Ángel de la Garza, entre otros.

Siempre se distinguió por su sencillez y don de gente. Descanse en paz, “el cronista de la legua”.