Dueño de una personalidad impresionante, una imponente estatura y una fortaleza física inigualable, así fue en vida Ladislao Garduño Vázquez, el gran Yoyo Garduño, un exluchador profesional, quien a sus 87 años de edad falleció en las primeras horas del 2021.

Yoyo dedicó parte de su vida al entrenamiento físico, destacando por su impresionante que lo llevó a convertirse en luchador profesional, en la época de los 70, donde se proclamó monarca del Estado de Puebla, allá por 1976.

A Yoyo no hubo quien lo moviera de su pedestal y durante 12 años estuvo sentado en el trono, convirtiéndose en uno de los grandes exponentes en las funciones de lucha libre que se realizaban en diferentes escenarios poblanos, incluyendo la desaparecida cancha de San Pedro.

Abrazó las dos escuelas, ruda y técnica, y donde se paraba Yoyo levantaba de sus asientos a las multitudes, ya sea para apoyarlo, o para interaccionar con él.

Al paso del tiempo, a principios de los 80, Yoyo Garduño abrió su gimnasio donde inauguró una escuela de lucha libre que lleva su nombre, que ha sido cuna de luchadores profesionales de alto nivel, dejando s su paso un legado de excelentes deportistas y grandes personas, una herencia que dejó a sus hijos “Yoyo” Garduño Jr. Y “Yoyo” Garduño Jr., que al igual que su padre se dedican al arte del pancracio.

Hasta nuestros días, el gimnasio que lleva su nombre se mantiene en actividad, y allí su hijo mayor, Juan, se dedica a enseñar la lucha libre a los jóvenes que intentan abrazar esta carrera.

En los 90, junto con sus hijos se convirtió en promotor del Polideportivo Xonaca, donde presentó grandes batallas de lucha libre, que todavía son recordadas por los aficionados de aquellos tiempos.

Yoyo fue una auténtica figura de la vieja guardia de la lucha libre poblana, que deja una huela y un recuerdo imborrable entre todos aquellos que vivieron pasear su inigualable figura por los cuadriláteros poblanos.

Descanse en paz el Ladislao Garduño, el inigualable Yoyo.