El ex dirigente estatal del deporte y empresario poblano de origen libanés, Julián Haddad Férez falleció este sábado al mediodía víctima de un paro fulminante cuando se encontraba trabajando en su oficina. Tenía 71 años.
Julián fue el primer titular del Instituto Poblano del Deporte entre 1987 y 1993, durante el gobierno de Mariano Piña Olaya, y repitió en el mando durante el interino de Guillermo Pacheco Pulido, entre enero y julio de 2019.
En los últimos tiempos, Julián, quien también ocupó importantes cargos en el municipio poblano, se dedicó de lleno a la actividad deportiva, siempre preocupándose por las obras con causa, principalmente en pro de la niñez.
Durante su primer mandato al frente del Instituto del Deporte poblano acuñó la vieja frase “La sonrisa de un niño no tiene precio”, donde Julián manifestaba ese interés por apoyar a los pequeños de la entidad.
A partir de ese 1987, el deporte poblano vivió un giro de 180 grados, ya que los grandes eventos deportivos fueron ya coordinados por el Instituto, quintando la responsabilidad al Departamento de Educación Física del Estado, que hasta ese entonces estaba al frente del deporte.
En su segundo mandato de tan solo seis meses se dedicó a poner en orden los pendientes que encontró en el Instituto del Deporte, principalmente las complicaciones que habían dejado con la CONADE dirigentes anteriores.
Dedicado a otros cargos políticos y a su trabajo como empresario, Julián encontró en el deporte un medio importante para mantenerse en forma y conservar su salud, destacándose por sus entrenamientos que realizaba por fortalecer sus abdominales.
A tal grado fue aumentando sus repeticiones abdominales, que decidió alcanzar diferentes metas, siempre buscando ayudar a los niños con diferentes padecimientos.
Así, Julián ayudado por su aparato de abdominales, logró primero conseguir una marca de 8 mil abdominales en 2020 en un tiempo de una hora con 54 minutos y 18 segundos.
Allí no paró todo, y el 1 de mayo de 2021 decidió buscar mejorar su récord aumentando el número de abdominales en el mismo tiempo.
Esta vez, Julián lo hizo el beneficio de los niños con cáncer del Hospital del Niño Poblano, consiguiendo realizar 8 mil 500 abdominales en el mismo tiempo de una hora con 54 minutos y 18 segundos ante la presencia de amigos, familiares y medios de comunicación.
El dos veces dirigente del deporte entrenaba todos los días en las instalaciones de La Vista, donde realizaba trabajo de gimnasio y miles de repeticiones abdominales.
“Ya sabes manito que hay que estar bien físicamente y preparados siempre para un reto mayor”, nos decía en confianza.
El sábado Julián se levantó como todos días, hizo sus ejercicios, pero cuando se encontraba en su oficina, de manera sorpresiva apareció el ataque fulminante.
Le sobrevive su esposa y sus cuatro hijos -tres mujeres y un hombre-. Descanse en paz.