Era el hombre que ponía el ambiente durante los juegos de Pericos en las tribunas del lado izquierdo. Entre entrada y entrada se paraba de su asiento en la zona preferente de tercera base y comenzaba a bailar al ritmo de la música de ambiente. Ni siquiera, a sus más de 80 años, la porra femenil lograba aguantar su ritmo.
Así, era de entusiasta José Marcial Agustín Sánchez y Villegas, el popular “Rabanito” que formaba parte de la porra de Analco, grupo de animación de los Pericos de Puebla, por el lado de tercera base.
“El Rabanito era un apasionado del beisbol y era un gusto platicar con él de pelota”, recuerda David Corona “El Gavilán”, máximo dirigente de la popular Porra de San Antonio, que se ubica en preferente de primera base, y tenía gran amistad con el reconocido animador.
“Rabanito” también fue parte de la porra de San Antonio. Cuando regresó el beisbol a Puebla, se colocaba en la zona lateral del jardín derecho y allí con el “Gordo” sacaban sus matracas y animaban a los Pericos, a tan solo metros de distancia de la tradicional porra poblana.
A invitación del “Gavilán” se unieron al grupo, y apoyaban a la par a los Pericos.
Al paso del tiempo, se formó el grupo de animación “Porra de Analco”, que se movió al lado de tercera base y desde dos polos apoyaban a los Pericos.
Mientras “El Gavilán” hacía retumbar sus tambores, del otro lado se escuchaba el ruido de las matracas, aderezado por el show del “Rabanito” entre entrada y entrada.
Con su andar cansino, “Rabanito” se ponía de pie, y cuando escuchaba la música, se olvidaba de sus años, y sacaba fuerzas desde los más profundo, para deleitar a la afición con su baile, siempre portando la playera a rayas de Pericos, y su tradicional gorro sobre su cabeza, y movía el esqueleto como nadie más.
Iba de aquí para allá por todo el pasillo, recordando sus años mozos de juventud, mientras al ritmo de la música, la afición aplaudía cada uno de sus movimientos.
Aún en tiempos de pandemia, estuvo presente en el estadio, protegiéndose con su cubreboca, con su gorro sobre su cabeza, y el uniforme de los Pericos, club que a través de sus redes sociales dio a conocer su deceso.
Hoy, los Pericos perdieron a uno de sus fieles, a uno de sus grandes y viejos animadores, quizá desde aquella época grande del estadio Zaragoza con la mismísima porra de San Antonio, y quien seguramente desde allá arriba, seguirá animando a sus queridos verdes, y disfrutando el beisbol, al ritmo de la música, como solamente él sabía hacerlo. QEPD.