Figuras Históricas: Just Fontaine, una marca imposible de romper

Al diamante francés solo le costó seis partidos para lograr una marca inalcanzable

| José Ángel Parra

  · martes 1 de mayo de 2018

TEXTO: JOSÉ ÁNGEL PARRA

Hay quienes requieren de muchos años de reconocimiento y mérito para escribir su nombre con letras de oro sobre base marmórea. El caso del fino orfebre, Just Fontaine, es diferente. Al diamante francés, nacido en Marrakech, Marruecos, le bastaron seis partidos, durante la Copa Mundial de Suecia 1958, para establecer una marca imposible de romper en la historia del certamen más importante del deporte más popular del planeta.

Aún hoy, 60 años después, nadie ha logrado seguir su rastro. Han transcurrido 14 Mundiales desde entonces, y cada que llega la hora, los artilleros más laureados del momento observan la cifra como si se tratara de la auténtica presa en la cacería balompédica: 13 goles en una Copa del Mundo. Sí, hay quienes lo superan entre los máximos romperredes de la competencia, léase Miroslav Klose, Ronaldo Nazario “Fenómeno” o el “Bombardero” Gerd Müller, con 16, 15 y 14 dianas respectivamente, más ellos han requerido de al menos un par de torneos del mismocalibre para semejante cosecha. Las 13 dianas del legendario gladiador francés ocurrieron en Suecia, a lo largo de seis partidos que valieron el tercer lugar al inspirado representativo francés.

Fontaine, nacido en el lejano Marrakech, en 1933, gracias a que su padre negociaba tabaco en territorio africano, sobresalió en la práctica de las patadas, en aquel lejano país, desde los 15 años. A los 20 años fue negociado al Niza y desde entonces tuvo una trayectoria relámpago que lo llevó a la prestigiosa justa internacional.

Sobre él existían otras luminarias, como Maryan Wisnieski, Roger Piantoni, Jean Vincent y Raymond Kopa, mas el joven Fontaine, con apenas 24 años, fue una de las revelaciones de aquella inolvidable competencia, en la que terminaría por ser eclipsado por el mítico niño Pelé, en las semifinales del glorioso certamen.

TEXTO: JOSÉ ÁNGEL PARRA

Hay quienes requieren de muchos años de reconocimiento y mérito para escribir su nombre con letras de oro sobre base marmórea. El caso del fino orfebre, Just Fontaine, es diferente. Al diamante francés, nacido en Marrakech, Marruecos, le bastaron seis partidos, durante la Copa Mundial de Suecia 1958, para establecer una marca imposible de romper en la historia del certamen más importante del deporte más popular del planeta.

Aún hoy, 60 años después, nadie ha logrado seguir su rastro. Han transcurrido 14 Mundiales desde entonces, y cada que llega la hora, los artilleros más laureados del momento observan la cifra como si se tratara de la auténtica presa en la cacería balompédica: 13 goles en una Copa del Mundo. Sí, hay quienes lo superan entre los máximos romperredes de la competencia, léase Miroslav Klose, Ronaldo Nazario “Fenómeno” o el “Bombardero” Gerd Müller, con 16, 15 y 14 dianas respectivamente, más ellos han requerido de al menos un par de torneos del mismocalibre para semejante cosecha. Las 13 dianas del legendario gladiador francés ocurrieron en Suecia, a lo largo de seis partidos que valieron el tercer lugar al inspirado representativo francés.

Fontaine, nacido en el lejano Marrakech, en 1933, gracias a que su padre negociaba tabaco en territorio africano, sobresalió en la práctica de las patadas, en aquel lejano país, desde los 15 años. A los 20 años fue negociado al Niza y desde entonces tuvo una trayectoria relámpago que lo llevó a la prestigiosa justa internacional.

Sobre él existían otras luminarias, como Maryan Wisnieski, Roger Piantoni, Jean Vincent y Raymond Kopa, mas el joven Fontaine, con apenas 24 años, fue una de las revelaciones de aquella inolvidable competencia, en la que terminaría por ser eclipsado por el mítico niño Pelé, en las semifinales del glorioso certamen.