Medio torneo quedó atrás y La Manada de los Lobos de la BUAP anda en números rojos.
La versión 2018-2019 contrasta con la del ciclo 2017-2018 en puntos sumados, goles marcados y recibidos.
Si hace un año el equipo soñaba con la calificación ubicándose en la posición 14 de la tabla con ocho unidades -a cuatro de los puestos de liguilla-, en 2018 es penúltimo de la general con cuatro puntos, a nueve del octavo casillero.
Aunque la edición 2018-2019 de los licántropos es menos talentosa de la 2017-2018.
Sólo para considerar lo anterior, la de hace 12 meses contaba entre sus filas con el delantero colombiano Julián Quiñones.
El cafetalero a la misma altura del torneo, pero el curso pasado, contaba con seis tantos y peleaba por el cetro de goleo de la Liga MX.
Hoy, toda La Manada logró cuatro dianas en ocho partidos.
Además, el entonces conjunto dirigido por Rafael Puente se daba el lujo de meterse en un bache de cinco jornadas sin sumar y se mantenía a flote en el tema porcentual.
Doces meses después, con Juan Francisco Palencia como estratega, los licántropos se posan en el fondo de la tabla de los cocientes con .500 y son el principal candidato a descender de nuevo.
La única constante entre La Manada 2017-2018 y 2018-2019 se da en el aparato defensivo.
El año pasado, el equipo se erigía como el peor muro de la competencia.
En el presente andan por el mismo camino, aunque con menos goles tolerados, en gran medida por mantener el cero en su arco en par de ocasiones luego de ocho fechas. En total en el 2017 se comieron 16 dianas, en 2018 aceptaron 12.
- 16 lugar de los Tiburones Rojos del Veracruz con siete unidades.
- 18 puesto en la clasificación de los Rojinegros con 2 puntos.