Aleluya, La Franja volvió a ganar y lo hizo 7-5 en el amistoso del viernes ante Zacatepec en el Cuauhtémoc, cerrando ahora sí su larga etapa de preparación.
Luego de cuatro compromisos sin victoria, y en los últimos dos con apenas un gol anotado, Puebla se destapó ante el subcampeón del Ascenso. Aunque necesitó de más de 90 minutos para hacerlo, pues el duelo se jugó a 180.
La Franja, en el tiempo de la práctica destinado a los medios, lució los mismos problemas del torneo pasado: fragilidad defensiva y poca imaginación para llegar al gol.
Reynoso, al igual y como lo hizo a lo largo de los cinco partidos de pretemporada previos al del viernes en el dos veces mundialista, volvió a mezclar a su personal. Es decir, en el último tiempo puso a compartir cancha a gente como Diego Abella con Omar Fernández, esto sólo para citar un ejemplo.
Abella está lejos hoy de adelantar en el 11 titular a Cristian Menéndez; Fernández es uno de los pocos chispazos de futbol de La Franja y Reynoso se daría un lujo si dispusiera de él como elemento de recambio.
La combinación de personal no aclara con qué cuadro el Puebla arrancará el torneo. Es decir, el equipo hasta en eso hoy es un enigma… menos mal faltan ocho días para la presentación en la competencia.
Puebla cerró entonces con marca de dos victorias, ambas logradas ante equipos inferiores (la Sub-20 del Querétaro y el subcampeón del Ascenso, Zacatepec). Pero se mostró incapaz de dar el do de pecho ante rivales directos, pues ante Pachuca cayó con cuatro goles de por medio, con Toluca con tres y con Pumas con dos; sólo ante Cruz Azul, arrancado La Máquina su etapa de ensayos, rescató un empate.
Sí, La Franja fichó bien en el mercado de invierno; pero los resultados dejan serias dudas sobre para qué estará en el torneo.
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