A cinco años de su reinauguración tras una remodelación donde se invirtieron 688 millones de pesos en el año 2015, el estadio Cuauhtémoc continúa a la espera de vivir otro momento majestuoso como sucedió en los torneos 82-93 y 89-90 cuando el Puebla levantó sus dos únicos títulos de liga en el balompié mexicano.
En el año 2015 durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas (QEPD) se decidió hacer una segunda ampliación al coso poblano, tal como sucedió antes del Mundial de 1986, ahora colocando las rampas de Norte y Sur, para dejar la capacidad del escenario en 51,726 espectadores, según los registros oficiales.
“Se sabe que México buscará la Sede de un tercer mundial y la idea del gobernador Moreno Valle es que Puebla tenga un estadio con capacidad para ser tomado en cuenta nuevamente ser sede del máximo evento futbolero”, recordaba en ese tiempo Jesús López Chargoy, directivo del cuadro poblano.
Así fue, México solicitó una sede tripartita junto con Canadá y Estados Unidos para organizar el Mundial de 2026, pero el Cuauhtémoc no fue tomado en cuenta.
Con esa ampliación de las zonas Norte y Sur, el estadio volvió a retomar su figura circular, como funcionó desde su inauguración el 6 de octubre de 1968, hasta un años antes del Mundial de México 86 cuando se le colocaron las rampas Oriente y Poniente.
Entonces fue recubierto con un polímero termoplástico de gran resistencia con los colores blanco y azul, característicos del cuadro de La Franja, aunque también del partido que se encontraba en esos momentos en el poder.
LO ÚNICO
En ese 2015 por las obras de ampliación, el Puebla jugó la parte final del Clausura y todo el Torneo Apertura 2015 en el estadio Universitario de la BUAP, donde bajo el mando de Pablo Marini firmó una campaña de 27 puntos y logró su última calificación directa como séptimo lugar del certamen.
En el mes de abril de ese año, en el mismo Universitario selló su último título de Copa, con el Profe Cruz al frente, venciendo a las Chivas Más tarde, ya con Marini, lograron la calificación.
A la par que finalizaba el torneo, se reinauguró el estadio Cuauhtémoc, donde el Puebla venció aquella noche del 18 de octubre del 2015 al Boca Juniors de Argentina 1-0, para empezar con el pie derecho la nueva etapa.
Ya con el estadio listo, el equipo se trasladó a su casa original para jugar la liguilla frente a Toluca. Un 2-2, aquel 26 de noviembre inclinó la balanza en favor de los Choriceros, que completaron la obra en su estadio con el triunfo de 1-0, para el 3-2 global.
Desde entonces ya pasaron cinco años, y el Cuauhtémoc continúa a la esperar de vivir otro momento grande, o por lo menos otra liguilla, a la que el Puebla, por su inconsistencia, torneo a torneo, no ha podido llegar.
A partir de allí, los 22 puntos en el Clausura 2016; 20 en el Apertura 2016; 16 tanto en el Clausura como el Apertura 2017; 23 en el Clausura 2018; 20 en el Apertura 2018; 24 en el Clausura 2019 y 17 en el Apertura 2019, no han alcanzado para meterse entre los ocho mejores.
La vez más que estuvo más cerca fue durante el Clausura 2019 donde llegaron con vida hasta la última jornada, pero una derrota en Tijuana les costó la calificación.
Hoy, cinco años después, el Cuauhtémoc sigue a la espera de vivir, por lo menos, otra liguilla, que solo se daría si el Puebla, que se metió a la repesca como último invitado (12) en este atípico Guard1anes 2020, es capaz de consumar la hombrada contra Monterrey, el quinto mejor ubicado en la tabla general, el domingo en la Sultana del Norte.
De ser así, entonces a media semana se sacaría la “Rifa del Tigre” enfrentando al poderoso León en el coso poblano; de lo contrario, el Cuauhtémoc y deberá seguir esperando para vivir un partido grande.
- 5 AÑOS se cumplen hoy que el estadio fue reinaugurado con el duelo ante Boca Junios
- 1 SOLO partido de liguilla se ha jugado en el escenario poblano en ese lapso