En la ciudad se está de manteles largos, pues su equipo de equipo de futbol cumple 76 años. Un día como hoy, pero de 1944 los asturianos Joaquín Díaz Loredo, Alfonso Sobero, José González Cobian y José Antonio Cuervo ponían a rodar a su creación, el Puebla de La Franja, en el puerto de Veracruz.
La pasión y el drama se incluían con la aparición del equipo, inspirado en la franja del histórico River Plate de Argentina y en el vestido de la Virgen de la Inmaculada Concepción; sí, como para acabar de arraigarse en el poblano, en sus usos, sus costumbres y sus creencias.
El inicio prometía con la consecución del primer título, el de la Copa de 1944-1945; sin embargo, también ponía a prueba a sus dueños, su naciente fanaticada y a la capacidad de éstos para sobreponerse a la tragedia, como aquella del incendio del Parque Mirador.
Aquello y la falta de liquidez extinguían a La Franja, pero como una auténtica ave fénix ésta resurgía de sus cenizas y reaparecía en febrero de 1964, el mismo mes de la conquista de los Beatles a América; el mismo mes cuando un tal Cassius Clay sorprendía al mundo y derrotaba al entonces insuperable Sony Liston, ungiéndose como el nuevo monarca del mundo de los pesos pesados.
Mientras en Puebla, un movimiento popular de estudiantes se comenzaba a gestar en la universidad.
La Franja vivía una aventura de seis años en Segunda hasta el gol de Gervacio Quiroz, en aquella promoción a Primera en Ciudad Universitaria (CU). El hoy trabajador del Ayuntamiento de Puebla marcaba el gol definitivo en el duelo contra Naucalpán.
Esa victoria, ese gol, devolvían a la escuadra blanquiazul a la máxima categoría.
Pero Puebla debía de resistir para mantenerse a flote en Primera, firmaba buenas campañas y protagonizaba duelos épicos contra el América, gracias a la agilidad mental y táctica de Nacho Trelles desde la línea de banda, donde fungía como técnico y sin saberlo le enseñaba sobre el negocio de entrenador a un muchacho llamado Manuel Lapuente.
Los 70 se esfumaban y La Franja amenazaba con desaparecer como lo hizo en la década de los 50. Pero un grupo de empresarios se organizaba con un ultra a la cabeza llamado Emilio Maurer. Éste presumía la sapiencia por apostar por el alumno más adelantado de Nacho Trelles en la dirección técnica, Lapuente.
Dos ligas y dos títulos de Copa dejaban en claro lo acertado de la decisión y servían para cerrar los 80. Aunque a partir de entonces nada volvería a hacer igual.
La primavera terminaba para el Puebla cuando Emilio Maurer desafió a los poderosos del futbol nacional y a cambio de su libertad debía de ceder el control primero de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) y más tarde de La Franja.
El réquiem perfecto para aquello lo ponían las guitarras distorsionadas de Nirvana, Pearl Jam o Sound Garden, que a principios de los 90 musicalizaban con toda su furia y tristeza al planeta. Mientras Michael Jordan se erigía como la última gran estrella deportiva del siglo.
Tan alternativa o ecléctica resultó aquella década, que La Franja se puso naranja y de ser un equipo del pueblo pasó a manos de ejecutivos.
Luego vino el descenso y la compra de una franquicia para resurgir al equipo. Pero en el pecado se llevó la penitencia, pues de nuevo en azul y blanco se volvía a caer a la entonces conocida Primera “A”.
Aunque un chasco de esos, se convertía en un área de oportunidad para volver por sus fueros. El club echaba mano de sus héroes pasados como Maurer y les abría paso a otros igual de coloridos o más como José Luis Sánchez Solá y sus “Chelisboys”.
A jalones y estirones el equipo se ha mantenido desde el 2007 en el máximo circuito, aunque ha desafiado al destino en varios momentos y ha regalado otros de alegría como la consecución de la quinta copa en el 2015.
Hoy la ciudad está de fiesta, pues su equipo cumple 76 años. Aunque por el momento la celebración es a puerta cerrada.
¡Vaya vida la de La Franja…! Nacer en plena Segunda Guerra Mundial, ser adolescente en los 60, sufrir la crisis de los 50 en los 90 y hacerle frente a una pandemia organizando un Franjatón, en beneficio del Banco de Alimentos de Puebla.
Cinco títulos de copa, Puebla ha logrado en 76 años de existencia: 1944-45, 1952-53, 1987-88, 1989-90, Clausura 2015
Con 92 tantos, Carlos Poblete y Ricardo Álvarez comparten el título de máximo artillero del conjunto blanquiazul
El público de Puebla hay que ganárselo. Pero también el aficionado debe de mantener la fe en su equipo, debe quererlo, respetarlo y siempre animarlo
Manuel Lapuente, Director Técnico