Más de 100 días después, el Puebla Femenil volvió a los deberes sobre el césped. El conjunto entrenado por Jorge Gómez reportó el martes por la tarde a Olivos, arrancando oficialmente la pretemporada.
El conjunto blanquiazul no entrenaba de forma presencial ni en el verde desde marzo.
Las Franjitas, duodécimas de la clasificación al momento de la suspensión y posterior cancelación del último torneo, arrancaron la preparación por grupos, como el protocolo de acción de vuelta al trabajo de la Liga MX lo señala.
Cabe destacar, cada uno de estos pelotones debieron de conformarse con máximo ocho futbolistas y trabajar por espacio de una hora.
Las blanquiazules realizaron ejercicios de readaptación, tras atender durante gran parte de los últimos tres meses aspectos físicos por medio de los entrenamientos realizados vía videoconferencia.
Puebla volvió a las prácticas sin la presencia de Lulú Ramírez, Yolanda Jiménez y Carmen Taboada. Las primeras dos abandonaron el club a comienzos de junio, luego de así solicitarlo al equipo; Taboada causó baja “por causas de rendimiento”, explicó en su momento La Franja Femenil por medio de un comunicado.
De las tres salidas, la de Lulú se antoja la más complicada a superar por Gómez. La centrocampista se erigió como la más pasadora y con mayor porcentaje de efectividad de toda la Liga Femenil MX.
Tras las salidas de dichas futbolistas, tampoco se ha hablado de incorporaciones en el campamento blanquiazul, donde se busca una vez más volver a la liguilla. Las poblanas no califican a las finales del circuito rosa desde el Clausura 2019, cuando lo hicieron por primera y hasta ahora única vez.
- Si bien el equipo reportó a los entrenamientos, respecto a las pruebas de detección de Covid-19 se carecía de información. Las Franjitas se sometieron el viernes pasado a los test