El balón rodará dentro de la flamante Liga Mexicana de Futbol Ciegos, circuito avalado por la Federación Mexicana de Deportes para Ciegos y Débiles Visuales (FEMEDECIDEVI) y el Comité Paralímpico Mexicano (COPAME), a partir del próximo 17 de abril -desde la tercera jornada-, retrasándose poco más de seis semanas el inicio del torneo buscando que, para esas fechas ya las condiciones sanitarias estén mejor. La competencia, donde participan los laureados Topos de Puebla y otros nueve conjuntos, constará de 10 fechas luego de revelarse el calendario de actividades a comienzos de la presente semana.
Cabe destacar, en su primera edición la justa se disputará con los grupos Norte y Sur, participando dentro de los mismos cinco equipos.
Dentro del pelotón norteño dirán “presente” Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí. Mientras en el circuito sureño figurarán la Ciudad de México, Hidalgo, Jalisco, la UNAM y los Topos de Puebla.
Los Topos, conjunto base en el pasado para las selecciones nacionales de la especialidad, debutarían en casa inicialmente el 20 de febrero, cuando estaba programado el inicio del campeonato, pero ahora todo comenzará desde la tercera jornada, cancelándose los dos primeros duelos del certamen.
De acuerdo al calendario, Topos enfrentaría en las dos primeras entrevistas a Jalisco y UNAM, pero como tiene marcado descanso en el calendario original en la jornada tres, entonces su debut será hasta la fecha cuatro contra el representativo de la Ciudad de México y en el ecuador de la competencia -originalmente eran 10 jornadas-chocará con Hidalgo.
La segunda vuelta para los Topos arrancará el 21 de agosto visitando a Jalisco, días más tarde se verán de nuevo con la UNAM, presumirán de semana libre en la fecha ocho, en la nueva enfrentarán a la Ciudad de México y cerrarán la campaña regular midiéndose a Hidalgo.
El torneo, en el afán de ser sustentable y viable económicamente para cada uno de sus participantes, se disputará en su primera vuelta entre abril y mayo. En los meses de junio y julio, la competencia vivirá un receso para retomar las actividades en agosto y culminar en noviembre.
“El tiempo diseñado de juego es por logística y temas de recurso, ya que es muy complicado para estos equipos conseguir capital para viajar tan seguido o tantas veces al año. Queremos iniciar poco a poco hasta involucrar a más equipos y con eso ayudar al crecimiento de la competencia”, explicó el circuito, que preside Rafael González, a este diario.
La gente a cargo de idear y echar a andar el proyecto son los entrenadores nacionales Raúl Ortiz y Ricky Bonet, quienes también presumen bajo su tutela a los Topos de Puebla.
“El objetivo principal de la liga es mantener a los jugadores en continúa preparación, y no sólo para selecciones nacionales, pues también buscamos el desarrollo del deporte en otras entidades y para eso se necesita de fogueo y que todos los equipos gocen de las mismas oportunidades”, apuntó la competición.
“Sólo de esta forma elevaremos el nivel del futbol cinco de nuestro país y haremos que otros chicos con discapacidad visual salgan de sus casas motivados a hacer deporte o mejor aún… animarse a participar en esta competencia”, remató.
- El primer torneo de la Liga Mexicana de Futbol Ciegos se disputará en categoría libre
- 2 Equipos, los dos primeros de cada grupo, avanzan a las finales de la justa
- 5 Escuadras conforman cada pelotón (Norte y Sur) en su etapa de nacimiento