Hasta la publicación de esta nota, Karla Patricia Morales Ramírez, portera del Club Puebla Femenil, ha sumado 10 mil 154 minutos como jugadora profesional de fútbol, destacando en una de las posiciones más ingratas del deporte por llegar a ser villana y heroína en un mismo encuentro.
La cancerbera de 24 años, debutó el 15 de julio del 2018 ante Veracruz defendiendo al Puebla, equipo que la ha acogido en dos etapas dentro de su carrera profesional y, por el cual, se ha dicho enamorada.
Apasionada de un deporte que no figuraba en su círculo familiar, Karla se dedicó al fútbol desde que tiene memoria, deseosa siempre de postrarse bajo los tres palos, aunque no fue donde su historia comenzó.
“Alrededor de los seis años lo jugaba, pero fue hasta los 11 más o menos cuando estaba en un equipo amateur”, relató la futbolista para El Sol de Puebla, “yo era muy chaparrita y flaquita, entonces yo sabía que sí quería ser portera pero los demás no me tenían esa confianza”; por ello Morales desempeñó durante un tiempo funciones como defensa, media y hasta delantera.
Sin embargo, una casualidad del destino le brindó a la oriunda de Guadalajara probarse como arquera cuando la titular de esa posición faltó, apropiándose desde ese momento de la responsabilidad de custodiar el arco de su equipo.
El giro de su vida
Sin muchos recursos, Karla tuvo el apoyo de quien fue entrenador de su equipo en Guadalajara, Jalisco, pues fue él quien le brindó la oportunidad de comenzar a profesionalizarse inscribiéndola en una escuelita.
A partir de eso su vida cambió, detalló para este diario, pues desde ese momento no paró hasta lograr destacar como una jugadora disciplinada y comprometida por mejorar para hacer bien las cosas.
Aunque Karla siempre soñó con consolidarse como portera, jamás imaginó que existiría un escenario como la Liga MX para futbolistas que, como ella, sacrificaban horas de viaje, sudor y lágrimas por materializar el sueño de jugar el mejor fútbol del país.
“Si te soy sincera nunca lo imaginé, siempre quise jugar fútbol pero jamás me imaginé que saldría de mi casa para jugar o que existiría la Liga, la verdad”, relató aún con mucha emoción y es que cuando la actual portera de La Franja comenzó a practicar, la única oportunidad eran las ligas locales o llenarle el ojo a los visores de Selección.
“A lo único que podíamos llegar a o mejor era a Selección, porque en esos momentos había como selectivos; estuve en el de Guadalajara un tiempo pero el proceso era más complicado porque había niñas con otro nivel, aunque yo siempre estuve al pie del cañón”, señaló.
A pesar de ser difícil por el nivel de competencia y las distancias para trasladarse entre sus entrenamientos y la escuela, la aparición del circuito rosa representó la luz en el camino de aquella joven soñadora, por lo que hizo pruebas en varios equipos hasta llegar a tierras poblanas.
La llegada de Morales al Puebla Femenil se llevó a cabo mientras el conjunto blanquiazul aún no debutaba en el máximo circuito, pues cabe recordar que el equipo de la Angelópolis se integró a la competencia un torneo después del arranque.
Desde el día uno al portar la camiseta enfranjada, Karla se sintió enamorada y se comprometió consigo misma para dar lo mejor, “Puebla para mí es amor y pasión, estoy muy agradecida”, puntualizó.
El paso de Karla en Puebla
Pese a no ser una portera de gran estatura, la jalisciense se ganó el corazón de la afición poblana por su desempeño y las grandes atajadas que en momentos complicados han salvado a La Franja de horrorosas derrotas.
Tal ha sido su poderío bajo los tres postes que desde el día uno logró posicionarse como la portera titular y a decir de la propia jugadora, su disciplina y entrega es lo que la hace destacar como futbolista, “siempre he sido disciplinada y constante porque sé que a lo mejor no tengo la altura, pero si fortalezco mis piernas y soy ágil eso me puede hacer destacar”.
Durante su primer estancia con el Puebla Femenil, Karla sumó dos mil 248 minutos, destacando por ser quien defendió el arco durante la única liguilla en la historia de la institución.
Ya con más de 10 mil minutos como profesional, Morales confesó para El Sol de Puebla que no cambiaría ninguno de esos minutos jugados como profesional por vivir más liguillas con el Equipo de Los Moños.
“Por algo pasan las cosas y siento que esto nos ha ayudado a ser mejores personas, quiero que Puebla esté arriba porque nos la merecemos y sé que en algún momento lo vamos a lograr” sentenció esperanzada en revivir momentos de triunfo con su equipo.
Karla vive su segundo aire portando la casaca blanquiazul tras haber migrado a Cruz Azul, aunque la constante siempre ha sido verla como pieza clave para el desempeño de las escuadras a las que representa por falta de competencia interna.
Consciente de que el trabajo da los mayores beneficios a su persona, Karla Morales no ve esa situación como algo que la haga sentirse cómoda sino todo lo contrario; “eso me ha ayudado es dar el extra, pensando que si me esfuerzo me beneficio creciendo y aportando a mi equipo”.
Todo tiene un sacrificio y hoy portando el dorsal número 12, “Karlita” sigue sintiendo la misma pasión por su posición; “si te meten un gol debes levantarte, tienes que ser líder. Para mí la portería lo es todo a pesar de que ríes, lloras y estás sola”, mencionó.
Además, Morales Ramírez concluyó compartiendo con esta casa editorial su emoción por ver a María José López en su nueva faceta como entrenadora, pues señala que es la persona indicada para inyectar de pasión al equipo para lograr los ansiados objetivos.
