Si Tigres jugó a medio tren y apenas pasó de primera a segunda el viernes en el Cuauhtémoc, eso no es culpa de La Franja y su defensa, la mejor a estas alturas del Clausura 2020.
Con el empate sin goles del viernes en el duelo Tigres-Puebla; además de la división de honores en la capital del país 3-3 entre América y Pumas; el conjunto blanquiazul se afianzó como el muro más sólido del campeonato con cinco tantos tolerados después de nueve compromisos.
Antes del arranque de la jornada nueve, Puebla y América se ostentaban como los muros menos violados del certamen con apenas quinteta de dianas recibidas tras ocho encuentros.
Aunque la fiabilidad defensiva del Puebla se ponía entredicho ante una de las ofensivas más temibles como la de los Tigres. Pero del zarpazo de los felinos, nada el viernes en la Angelópolis, en gran medida por desidia.
Pero decir eso, le faltaría el respeto al trabajo realizado por los zagueros Salvador Reyes, Maximiliano Perg, Jesús Zavala, Daniel Arreola; y el portero, Nicolás Vikonis.
Zavala, nada más le complicó la vida el viernes a Gignac. El francés sufrió al “17” del Puebla a lo largo de la toda la noche, y cuando creía lo superaba éste se rehacía para acabar por sacarle la redonda de los pies.
Puebla, o su aparato defensivo, se distribuyó bien atrás, cumplió de forma atinada con los relevos y cuando Tigres alcanzó a descifrar su enigma defensivo, Nico Vikonis respondió de acuerdo al nivel mostrado de las últimas semanas. El charrúa salvó por lo menos tres de los 16 remates hechos por Tigres el viernes en la cancha del Cuauhtémoc.
La Franja corroboró su mejoría y ante una buena ofensiva, si ésta anda o no, pues tampoco eso es culpa del Puebla. Victoria anímica en la encomienda de seguir fiables atrás de aquí hasta el cierre de la competencia.
- Cuatro ceros, el Puebla de La Franja ha colgado este semestre en su arco