Hace un año Ana Victoria, la aficionada más pequeña de Lobos BUAP, se quedó con el corazón roto cuando supo la noticia de la partida de La Manada. Doce meses después, recuperó la sonrisa cuando el equipo y su nuevo dueño Guillermo Aguilar la invitaron a seguir el primer juego de los licántropos en el Universitario de la BUAP, ahora dentro de la Liga de Balompié Mexicano (LBM).
El conjunto universitario, a través de sus redes sociales, se congració con su fanática más joven, cuando el miércoles por la noche subió un video con Aguilar pidiéndole a Ana le acompañe al debut de los lobeznos.
Más tarde, La Manada subió la respuesta de la pequeña, quien sin dar crédito comenzó a gritar de emoción por la vuelta de los licántropos tras recibir la noticia por parte de su papá, segundo después corría por un peluche de Lobos y lo apretaba entre sus brazos.
Ana, hace un año, se hizo tendencia en redes sociales cuando aparecía en un video llorando por la venta de La Manada, mientras su padre trataba de explicarle la situación del por qué el entonces dueño de equipo Mario Mendívil se deshacía del mismo. Ella, sin entender de razones, expresó en ese momento el sentir de más de uno de los aficionados lobeznos.
“Si necesita dinero, que venda su coche, o algo, pero a los Lobos no”, decía la niña de cinco años.
Una semana atrás, La Manada comenzó una campaña para dar con Ana, con el fin de darle una sorpresa, comenzando con la del regreso del equipo al balompié profesional.
La pequeña aficionada inclusive recibió un detalle de crack por parte de la entonces capitana de La Manada y hoy futbolista del Puebla, Dulce Martínez, con el afán de consolarle por la extinción de los lobeznos. La zaguera le obsequiaba una playera, en el afán de recordar a Lobos siempre con agrado y no con dolor o tristeza.