Contundencia fue el calificativo perfecto que encontró Francisco Palencia para resumir el triunfo de 3-1 de los Lobos de la BUAP, el domingo sobre Morelia en el estadio Universitario.
Son dos triunfos consecutivos que colocan a los universitarios con 10 unidades en once jornadas, y aunque todavía se ubican en el fondo de la porcentual, ese buen momento es más que motivante para llegar el domingo al derbi poblano contra el Puebla de la Franja en el estadio Cuauhtémoc.
El Puebla tiene 14 puntos, y en los últimos cuatro partidos ha conseguido la mitad de esas unidades.
En esos menesteres los números son parejos, ya que en el ciclo anterior dividieron triunfos de 1-0 como visitantes.
BIEN Y DE BUENAS
Motivado por el sorprendente triunfo de una jornada anterior en León, Lobos sabía que tenía la oportunidad de volver a sumar de a tres contra el Morelia, que no llegaba en su mejor forma al estadio poblano.
Fue un equipo diferente a aquel que vino en la jornada ocho del Apertura 2017 y le indilgó una derrota de 3-1 a los Lobos.
Esta vez los Lobos se plantaron bien sobre el terreno y tuvieron la efectividad en el frente para llegar a tomar una ventaja gasta de tres goles para salir con los tres puntos.
Leo Ramos, que llegó ya comenzado el torneo, se ha convertido en el hombre gol que necesitaba Paco Palencia.
Esta vez se destapó con su primer doblete y sus tres últimos goles de los cuatro que ha anotado le han aportado seis puntos a los universitarios.
El triunfo fue aderezado por ese golazo de Mauro Láinez que la prendió de pierna derecha para vencer la estirada de Sosa.
Pero no todo fue perfecto para Lobos. El triunfo llegó gracias a la inoperancia del Morelia, que no concretó los yerros defensivos de los poblanos.
Palencia tendrá que trabajar horas extras con su zona baja, que cometió error tras error, que para su fortuna Morelia no supo capitalizar.
En el primer tiempo cuando todavía iban empatados, Sierra quiso quitarse a un delantero en tres cuartos de la cancha, perdió el balón y por poco cuesta la anotación.
Y ya cuando el partido estaba 3-1 y con el Morelia desesperado buscando el segundo gol que lo metiera a la pelea, el arquero Toño Rodríguez que ha sido lo mejor del equipo en el torneo, en un despejé por el centro entregó el balón a un jugador rival, y de no ser por el cierre de Orozco, que recorrió desde la derecha hasta el centro para tapar el disparo del michoacano, la situación pudo ser diferente.
Los 10 puntos de los Lobos todavía lo tienen lejos de las 14 unidades que llevaba en las mismas instancias el equipo del Apertura 2017, pero se ve un equipo diferente, con más idea ofensiva, y que ahora sí tiene quién las resuelva adelante.
En lo que sí tiene que trabajar “El Gatillero” es en su zona baja, que sigue dejando muchas dudas, sobre todo por comprometer balones de manera innecesaria y por estar siempre al filo de la navaja.