Observar a la distancia cómo Lobos se caía a pedazos y perdía la categoría a menos de un año de lograrla le dolió en el alma a Jorge “Cholo” Ibarra.
El mediocampista, quien el último semestre militó en el balompié de Ascenso con los Dorados de Sinaloa tras no hallar cabida en La Manada, repasó el jueves en la sala de prensa del estadio Universitario cómo vivió el descenso deportivo del equipo.
El futbolista compartió su impotencia, pero también brindó un diagnóstico sobre lo sucedido.
“(El descenso) me dolió, sentía impotencia porque no podía hacer nada en favor del equipo, pues estaba en otro lugar. Pero todo sucedió, visto desde lejos, por un exceso de confianza tras lo hecho durante el primer torneo en la Primera División”, puntualizó.
Lobos sumó apenas nueve puntos de los 51 posibles en el Clausura, 14 menos de los registrados durante el Apertura y los cuales los dejaban a 15 de la salvación.
Tras determinar el dolor del enfermo, Ibarra se confesó contento por el retorno a casa, pues él lo entiende como un voto de confianza por parte de la dirigencia para cumplir con el trabajo de mantener a Lobos en Primera División, o lejos del fondo de la tabla porcentual, durante el ciclo 2018-2019.
“Contento de estar de regreso, con toda la ilusión de sacar esto adelante y me siento con muchas ganas de retomar las cosas buenas del equipo”, dijo.
Ibarra se convirtió en pilar del ascenso de La Manada a Primera División en el Clausura 2017, pero, una vez en el máximo circuito, perdió la confianza del entonces entrenador Rafael Puente del Río, quien solo lo utilizó en tres de los 17 partidos del Apertura 2017.
A Ibarra, en su posición (medio de contención), lo adelantaron durante dicho torneo el peruano Pedro Aquino y el recién retirado Juan Carlos “Negro” Medina.
Medina, un semestre después perdió la titularidad.
Ibarra, a su vuelta en la categoría de promoción, jugó 14 de los 17 duelos de la fase regular con Sinaloa; en la Liguilla lo hizo en tres de cuatro, todos arrancando como titular.
Previo a su partida a Sinaloa, Ibarra disputó 13 torneos en La Manada.
Además, formó parte de los extintos Delfines de Ciudad del Carmen y Estudiantes de Altamira, todos estos clubes del Ascenso.
Antes de tomarse una taza de café con La Manda en Primera División, lo hizo 11 años antes, con los Gallos Blancos del Querétaro.
Ibarra buscará entonces su revancha con La Manada este torneo.
LA MANADA RUMBO AL APERTURA 2018
- LA PRÓXIMA semana el equipo trabajará en Acapulco para terminar de apuntalar las bases físicas.
- PRIMEROS ENSAYOS futbolísticos contra equipos de Segunda y Tercera División.
- A PUEBLA el equipo regresará el 25 de junio para encarar la última fase de la pretemporada.