No se le dio como máximo responsable en los Pumas de la UNAM y sí como formador de jóvenes en el ITESM Campus Puebla.
Hace una década llegaba a territorio borrego de la mano de Miguel Mejía Barón, con el objetivo de ayudar a la formación integral de decenas -tal vez cientos- de jóvenes, quienes hoy lo recuerdan con tristeza y a la vez alegría por la energía que sólo él era capaz de transmitir.
Rafael Amador, seleccionado nacional en el Mundial de México 1986, icono de los Pumas de la UNAM en la década de los 80 y retirado como profesional con el Puebla de La Franja en 1988, se adelantó el lunes por el camino tras perder el partido más importante de su vida a los 59 años: una larga batalla contra el cáncer.
La noticia sobre su fallecimiento la difundió el martes por la mañana el vicepresidente de la región Ciudad de México del Instituto Tecnológico de Monterrey, Rashid Abella, a través de Twitter.
A partir de dicho momento, las muestras de cariño hacia él y a su familia inundaron las redes sociales.
En el ITESM Puebla, universidad que se convirtió en su hogar durante los últimos casi 10 años, el teléfono no dejaba de sonar para preguntar si la noticia era cierta.
El encargado de medios del área deportiva confirmaba a este diario la lamentable perdida.
El Sol de Puebla, quien lo buscó hace casi dos meses por motivo de la Copa del Mundo de Rusia, supo sobre la enfermedad del profe, la cual lo llevó a ausentarse por grandes lapsos durante el último año de territorio borrego.
Amador, quien debutó con los Pumas de la UNAM en la campaña 1979-1980, se convirtió en campeón un año más tarde con los auriazules con él como titular para jugar después el Mundial de México, se despidió de este plano dejando una huella imborrable entre todos aquellos chicos con los cuales trabajó en Puebla.
PARTE DE UN MOMENTO ÚNICO
Rafael Amador disputó tres partidos de la Copa del Mundo de México 1986, incluido el de octavos contra Bulgaria, donde alcanzó la inmortalidad con el gol de tijera de Manuel Negrete cuando se encargó de robar el esférico e iniciar la jugada del que para muchos es hoy el mejor tanto en la historia de los Mundiales.
Como entrenador a nivel profesional careció de la misma suerte de la cual sí gozó como jugador, pues después de un irregular torneo de Verano 1999, los Pumas de la UNAM lo cesaron un semestre más tarde.
Aunque lejos de los reflectores del profesionalismo, y como entrenador de la preparatoria del ITESM Puebla, alcanzó el éxito logrando el cetro nacional juvenil a principios de esta década.
Aquel trofeo, le sirvió al ITESM Puebla para ubicarse en el segundo lugar del ranking nacional de la categoría Juvenil C de la CONADEIP a final de ciclo.
EXJUGADOR PUMAS
(Rafael Amador) siempre se destacó por ser una persona alegre, divertida y muy positiva. Siempre se le recordará con agrado y deja un hueco grande que llenar”.
- 3 PARTIDOS de Copa del Mundo disputó Rafael Amador.
- 3 TORNEOS dirigió al conjunto auriazul del Verano 90 al Verano 2000.
