Noche fría en el Cuauhtémoc, donde la posibilidad de seguir en carrera hacia la Liguilla prácticamente se esfumó para el Puebla, cuando Facundo Barceló a cinco minutos del final le dio el triunfo al Atlas, en el arranque de la jornada 14 de la Liga MX.
El delantero centro de La Academia tuvo dos ante Vikonis en el primer tiempo, pero tal vez la sencillez para empujarlas no lo entusiasmaron, como sí hizo la presión de ganar el partido en la agonía, a grado de rematar dentro del área de una forma poco ortodoxa... ni hablar, a los delanteros se les paga por hacer goles como sea.
El equipo de Juan Reynoso depende en gran medida de la chispa de Bryan Angulo. Si el colombiano sale en su día, Puebla cuenta con chances y el viernes, a decir verdad, hizo lo suyo... pero también necesita de socios.
Después de superar la presión inicial de La Academia, asfixiante, incómoda, a tal grado de no dejar pasar de la media cancha al Puebla durante los primeros 20 minutos, los dueños de la casa hallaron la vía: salida a velocidad por izquierda, siempre con Ángulo como protagonista.
Una galopada del “2” y La Franja tocaba la puerta, se posicionaba enfrente del portero del Atlas, Andrés Vargas, seguro para desarmar la pierna izquierda del colombiano.
El cafetalero volvió a presumir a nueve del final del primer tiempo la chance de mandar por delante a La Franja, pero su volea dentro del área no alcanzó a bajar y dejaba todo para el complemento.
Reynoso quemó las naves nada más al reinicio del duelo, sacando a Marrugo por Lucas Cavallini. La Franja buscaría el partido con dos hambres adelante, pues “El Tanque” acompañaría al joven Abella.
La movida le salía al técnico peruano, pues Cavallini obligaba a la zona baja rojinegra a estar atentos y cómo no hacerlo cuando la primera en pies del canadiense acaba por centímetros afuera.
Puebla olía sangre y lanzaba a la cancha a Christian Tabó por Alan Acosta, esta vez desapercibido después de dos partidos jugando en estado de gracia.
Tabó le brindó a La Franja la posibilidad de atacar por derecha y se quedó cerca de abrir la lata, mandando a los 63 minutos un disparo sumamente cruzado para fortuna del Atlas.
Pero después, Atlas con poco hizo mucho y dio en el Cuauhtémoc un golpe de autoridad para mantener a los Rojinegros en carrera hacia la Liguilla.