El día, la hora y sobre todo las circunstancias no permitieron que los aficionados poblanos asistieran de forma nutrida a los “festejos” en la Avenida Juárez. Y es que en realidad no existieron argumentos reales para ello, luego de la derrota de México ante Suecia y la victoria de Corea sobre Alemania.
Se percibía ese ambiente. Del Paseo Bravo al monumento a Benito Juárez pocos aficionados caminaban hacia dicho sitio con playeras, banderas, cornetas o cuanto instrumento para festejar. En esta ocasión no fue así.
A lo mucho un puñado no mayor a 100 personas se dio cita para festejar el pase de México a los octavos de final, pero sobre todo reconociendo a Corea como parte clave de la calificación.
“Gracias, Corea”, “Corea, hermano, ya eres mexicano” fueron algunos de los gritos de apoyo de los poblanos.
Más allá del “relajo” que un grupo de jóvenes dio en el festejo, la realidad es que muchos se mostraron preocupados por la forma en que el partido se desarrolló ante Suecia y ahora, en el próximo enfrentamiento, con Brasil el panorama puede ser más complicado.
