En menos de seis meses, Puebla se quedaría otra vez sin uno de sus equipos de futbol, recibiendo esta vez un golpe mortal porque el juego de manera profesional se extinguiría por completo.
Lo anterior, tras los rumores de la última semana sobre la posible salida de La Franja de la entidad y mudanza a Mazatlán.
Hay quienes inclusive aseguran la dirigencia blanquiazul ya recibió un adelanto para abrochar el traslado del equipo al norte del país, a partir del Torneo Apertura 2020.
Los directivos del equipo le han dicho una y otra vez a esta casa editorial no se moverán del estado, inclusive uno de ellos indicó off the record (fuera de registro), “¿tú crees que el consorcio dejará así por así a una plaza de la importancia de Puebla?”. Luego agregó, “no podemos salir a desmentir cualquier rumor a cada rato”.
Pero, a decir verdad, como club se sigue sin emitir un mensaje oficial al respecto. Sí, el presidente Manuel Jiménez habló con El Sol de Puebla, pero en una situación así una declaración a título personal parece no bastar.
El ejemplo de esto, es Lobos. En la extinta manada, el expresidente Mario Mendívil le comunicó una y otra vez a este diario sus deseos de mantener a los licántropos en la entidad, luego terminó por llevárselos cuando la realidad de la Liga MX lo alcanzó y superó.
Mendívil, como por arte de magia, les hallaba a los lobeznos comprador y luego arreglaba un negocio de miles o millones de pesos en cuestión de días u horas.
Tal vez el negocio fue así y por esa razón hoy el empresario enfrenta en los tribunales poblanos una demanda por parte de la BUAP, por la presunta venta irregular de La Manada a Juárez.
“Es difícil desprenderse de un equipo, pero es muy caro (estar en Primera), más cuando no tuvimos el apoyo deseado y es imposible competir así contra equipos con grandes fortunas. De última hora tomamos la decisión (de venderlo) y ahora buscamos competir desde el Ascenso, situación que estamos platicando con gente de la Federación”, indicó el 11 de junio Mendívil a El Sol de Puebla.
De acuerdo a la experiencia reciente del caso Lobos, a pesar de los desmentidos oficiales o no, no hay palabra cuando el negocio lleva mano sobre el futbol, menos en la Liga MX, donde lo improbable es probable y para muestra lo sucedido con la hoy extinta manada.
Conforme al reglamento, la probable mudanza del Puebla cuenta con tiempo y de sobra para cristalizarse. Los estatutos de la competición, en el artículo 50 señalan: “las solicitudes de cambio de nombre deportivo se recibirán a más tardar 30 días antes del inicio de una temporada”.
A La Franja, según los trascendidos, se la llevarían a Mazatlán o a cualquier otra plaza del país a partir del Apertura 2020. Es decir, agosto del siguiente año.
Pero si el comprador se decide tarde y el plazo para concretar la operación vence, de forma extemporánea la competición analizaría la situación, dándole luz verde si la juzga como ideal.
Cuando así lo considere, el Comité Ejecutivo de la FMF podrá aceptar una solicitud de cambio de nombre deportivo, fuera de plazo señalado y ordenar la revisión correspondiente
Si el empresario o el grupo de socios se hace de La Franja y presume el interés de llevársela para el Clausura 2020, de acuerdo a la norma cuenta con chances “en casos de fuerza mayor”.
El reglamento, por lo tanto, le abre las puertas al Puebla, o a cualquier otro equipo de la Liga MX, de vender y emigrar en aras de mantenerse en el negocio del futbol.
- EL PRÓXIMO tres de diciembre se celebrará en las instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), en Toluca, una nueva asamblea de dueños y el tema Puebla seguro formará parte de la agenda
- 26 MILLONES de dólares, según el portal Transfermarkt, es el valor del Puebla en el mercado
- 9 AÑOS atrás la franquicia del Puebla alcanzó un valor de 40 millones de dólares