Nadie como el Tío Puebla para explicar lo sucedido el viernes en el Cuauhtémoc, “ya sé que se siente que llegues y llegues y nada; y que el rival con una…”, con una te gane por la mínima en el Cuauhtémoc. Los Xolos anotaron su primer gol de la justa en Puebla, sumaron por primera vez de a tres en el torneo y se la volvieron a hacer a La Franja en su casa, alcanzando su quinto partido sin perder en sus últimas seis visitas a la Angelópolis.
El conjunto blanquiazul saltaba a la cancha del dos veces mundialista por primera vez en la competencia con la etiqueta de favorito y cumplía a cabalidad con el papel, pues superaba a su rival en la posesión de balón (56 por ciento por 44), disparos (9-3), pero no en los goles. Mucho de eso es responsabilidad del lateral Maxi Araújo.
El charrúa, reapareciendo en la titularidad con el Puebla el viernes, se perdió a boca jarro el 1-0 y le abrió la puerta a la victoria a Tijuana cometiendo un penal. Aunque menos mal el futbol es un deporte de conjunto y si bien el uruguayo no salió en su día, tampoco lo hicieron sus compañeros, a quienes les faltó tino en el pase hacia la red o simplemente se toparon con la enorme figura de Jonathan Orozco bajo los tres palos fronterizos.
Pero lo que hubiera cambiado el partido de no ser por ese fallo de Araújo a los tres minutos, cuando se encontraba con el balón regresando del poste para conectarlo de primera y mandarlo afuera con la portería abierta, a su merced.
Aquella oportunidad recordó esa máxima deportiva sobre perdonar y perder.
Y como si ese fallo se hubiese tratado de un mal augurio, Araújo le cometió penal a Fidel Martínez sobre el fatídico minuto 13. El propio Martínez pidió la pelota y desde los 11 pasos remeció la red para ponérsela cuesta arriba al rival.
A pesar de estar abajo, La Franja se lo tomó con calma, exhibió grandes lapsos de futbol colectivo e inclusive de laboratorio, demostrando que trabajo hay con Larcamón en la semana.
Un balón pasado a segundo poste lo recentraba Christian Tabó hacia Emanuel Gularte, rematando el central apenas por encima. Luego, un desborde de Fernández por izquierda terminaba en un servicio al corazón del área en búsqueda de Santiago Ormeño, conectando éste de primera para probar los reflejos felinos de Jonathan Orozco; el arquero le ganó el pulso al delantero reaccionando a tiempo y desviando a tiro de esquina.
La segunda mitad presumió de un script similar al de los primeros 45 minutos, La Franja salió con todo desde el reinicio y se topó con Orozco nuevamente en el fondo tras un disparo de media distancia de Javier Salas.
Más tarde, Tabó lo hizo todo solo cuando quedaba mano a mano con Orozco. Pero en su carrera hacia el arco, el “10” se acabó cerrando el ángulo de disparo y acabó por rematar afuera, cuando por en medio, sin marca aparecía Santiago Ormeño, que se quedó con las ganas del 1-1.
Después de eso, el partido se rompió y Tijuana lucía peligroso a la contra con el recién ingresado Fabián Castillo; Puebla debutó a su último fichaje, Gustavo Ferrareis y éste casi vacuna lanzándose de palomita, pero el balón no bajó y terminó por encima de la meta fronteriza.
Puebla cayó por primera vez en el torneo, presume trabajo, pero el futbol se gana en las áreas y el viernes Tijuana con poco hizo mucho.
- Nicolás Larcamón sigue sin poder con Pablo Guede, a quien enfrentó dos veces en Chile y nunca le ganó. Con la derrota del viernes, el técnico de Tijuana le gana el pulso particular a Larcamón con dos victorias y un empate