A diferencia de las damas, contratándose ya con diferentes equipos de la Liga Femenil MX, los caballeros aún aguardan instrucciones y esperan por saber quién les pagará el finiquito por sus servicios en Lobos.
El Sol de Puebla contactó a por lo menos tres de los elementos de la última plantilla y éstos quedaron en devolver la llamada, mantenerse en silencio, pues aseguraron les prohibieron hablar, o simplemente se limitaron a contestar: “no tengo certeza sobre en qué posición quedo yo, porque no responden (los directivos) el teléfono”.
Hoy los trabajadores del club, entre ellos administrativos, entrenadores, jardineros y hasta futbolistas, se reportarían en Ciudad Universitaria (CU) para tratar de conocer su futuro, a pesar de no gozar de comunicación con los jerarcas del club. Este viernes se vencen los contratos de los empleados, quienes al igual y como los futbolistas han comenzado a buscar trabajo en otro lugar.
ALEJANDRO DUARTE
El cancerbero Alejandro Duarte, aún con contrato con La Manada y de los pocos futbolistas pertenecientes al club, atendió a El Sol de Puebla y le expresó su preocupación por saber quién se haría cargo de su contrato.
“(Los directivos) aún no se han comunicado conmigo, estoy a la espera de información. Y no puedo hablar de mi futuro si antes no tengo certeza de cómo quedan los detalles de mi contrato con el club, por lo tanto, aún no puedo pensar en qué haré después”, apuntó el cancerbero inca.
“No nos contestan el teléfono y sin detalles, tampoco podemos avanzar hacia ninguna dirección. Es lamentable”, añadió.
Duarte se sumó a Lobos como refuerzo durante el mercado de verano del año pasado, pero en su primer torneo se le relegó al banco gracias al gran estado de forma de Toño Rodríguez. En el invierno pensó en salir del cubil y volver a Perú en búsqueda de minutos con la Copa América en el horizonte.
No obstante, la dirigencia le negó la salida y meses después quedó volando con la venta de Lobos.
“TE MARCO DESPUÉS”
Otros como el portero Francisco Canales, pieza fundamental en el ascenso de Lobos en 2017, rehuyeron a la comunicación: “me tomas ocupado, te marco después…”. El guardameta sigue sin telefonear o tomar las llamadas desde entonces.
El mismo fenómeno se repitió con su compañero Luis Olascoaga, otro de los héroes en la consecución de la promoción, “Lo siento, nos prohibieron hablar”, dijo.
Antes del anuncio oficial de la venta de Lobos y mudanza a Ciudad Juárez, Jorge “Cholo” Ibarra y César “Loco” Cercado se habían movido a Mérida y Alebrijes de Oaxaca.